El cuerpo de la alférez Ashley Vargas Mendoza, integrante de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), llegó a Lima la madrugada del 7 de junio, luego de ser hallado dos días antes en el lecho marino de Paracas, tras 16 días de intensa búsqueda. La joven aviadora, de apenas 24 años, perdió la vida el 20 de mayo mientras realizaba su última misión del Programa de Instrucción Básica de Vuelo.
Su velorio se realizó de forma privada en la Base Aérea Las Palmas, en Surco, y fue sepultada en el cementerio Jardines de la Paz de La Molina.
Un lazo con La Libertad
Aunque su formación como militar se completó en Lima, Ashley Vargas tenía un profundo vínculo con la región La Libertad, ya que estudió en el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de dicha región, donde fue reconocida por su brillante trayectoria académica y personal. A través de un comunicado, la institución educativa expresó su pesar y destacó las cualidades que marcaron su paso por las aulas liberteñas.
“Ashley Vargas Mendoza no solo fue una alumna brillante y dedicada; fue, y seguirá siendo, un ejemplo de esfuerzo, disciplina y vocación de servicio. Quienes tuvimos el privilegio de acompañar su formación sabemos que su espíritu era fuerte, su corazón generoso y su compromiso con el país, inquebrantable”, señala el mensaje del COAR La Libertad, donde aún se guarda con respeto su recuerdo.
Nacida el 28 de febrero de 2001, Ashley se destacó rápidamente como una de las figuras más prometedoras de la aviación militar peruana. Su preparación, disciplina y entrega la llevaron a formar parte de una nueva generación de oficiales con alto compromiso por la patria.