Escribe: Omar Aliaga Loje
César Acuña volvió a Trujillo después de dos semanas en las que cumplió con días de sus célebres vacaciones programadas. El escándalo de las millonarias obras otorgadas al consorcio de una joven de 23 años sin experiencia no fue motivo para que interrumpiera dichas vacaciones. Incluso, este lunes, el primer día en funciones, Acuña lo usó para festejar su cumpleaños número 73. Ha hecho todo lo que no debe hacer un líder político que gobierna una región como la nuestra.
Pero el martes por fin habló. E hizo los anuncios que ya todos vieron y oyeron. Con la mano agitando papeles, altisonante, con la indignación a flor de piel. El gobernador dijo que le molesta sobremanera que manchen su honra. Pero cuando a uno le revienta que le manchen su honra -digo yo- no espera dos semanas sino que da la cara y aclara el asunto sin esperar un minuto más.
En fin, Acuña dijo que ha sacado a los gerentes regionales de Contrataciones y de Infraestructura; mostró un documento de su seguridad PNP que dice que el 8 de marzo de 2024 llegó al mediodía al GORE, con lo cual asegura nunca se reunió con Juan Carlos Coca Rojas, padre de la joven contratista Lucero Coca Condori. También dijo Acuña que tiene el compromiso de Panorama para que efectúe una rectificación. «Espero que cumpla su palabra», añadió.
Además, agitando otra vez un papel, anunció que ha expulsado a Juan José Fort de su partido Alianza Para el Progreso, tras el caso Procompite y sobre todo luego de que algunos empresarios hablaran de pagos a su favor.
Hay que decirle al señor Acuña que el tema no se ha cerrado, por más que él quiera eso.
En primer lugar, más allá de ese documento de la Policía Nacional sobre el ingreso del gobernador a la Casa de Gobierno al mediodía de aquel 8 de marzo de 2024, lo que está claro es que el señor Juan Carlos Coca estuvo entre las 8:40 de la mañana hasta 10:48 en dicha sede, y el funcionario visitado fue César Acuña, gobernador de La Libertad. ¿No fue Acuña? ¿Entonces quién fue, quién usó su nombre y por qué registraron su nombre?
El 28 de julio, apenas hace pocos días, en sus redes sociales Juan José Fort publicó una fotografía junto a Acuña. Fue una foto que denotaba mucho cariño y calidez.
Ese mismo día, catorce minutos después, según el registro de Transparencia, el señor Coca Rojas acudió a las oficinas de la Gerencia Regional de Contrataciones. Estuvo ahí desde las 11:02 de la mañana hasta más de las 4 de la tarde. Todo eso, un año antes de que su hija, Lucero Coca, firme contrato con el Gobierno Regional por las dos millonarias obras cuestionadas.
Si Acuña estaba tan preocupado por aclarar este entuerto debió explicar qué hacía ahí el señor Coca durante esas horas. ¿No le preguntó a sus funcionarios? Nos hubiera gustado que Acuña nos contara eso.
Y sobre el señor Juan José Fort, a quien Acuña acaba de expulsar presionado por las denuncias de los empresarios sobre pagos a su «ahijado» con yapes de por medio, hay otras cosas que decir.
Fort fue sacado el año pasado de la Gerencia Regional de Producción cuando estalló el caso Procompite. Pero en febrero de este año fue designado responsable político de Alianza Para el Progreso. César Acuña dijo, cuando fue entonces preguntado, que Fort tenía derecho a una oportunidad para hacer política.
El 28 de julio, apenas hace pocos días, en sus redes sociales Juan José Fort publicó una fotografía junto a Acuña. Fue una foto que denotaba mucho cariño y calidez.
Acuña se golpea el pecho y muestra su indignación porque no tolera que insinúen que es corrupto. Jura que no aceptará que terceros manchen su honra y la de su partido.
Pues no parece, señor Acuña. Sus actos y decisiones lo continúan desdibujando.
