Escribe: Víctor López
Una vez más -toda la vida lo mismo- Carlos A. Mannucci tendrá que jugar un partido a ganar o morir ante su hinchada en el Estadio Mansiche. Y sí, otra vez será a todo o nada como tantas veces ocurrió en la lucha por ascender en la Copa Perú y en la Segunda División durante veinticuatro largos y tortuosos años. Mannucci, el equipo más tradicional de la ciudad de Trujillo, necesita solamente de un bendito triunfo, Papalindo, por favor, y por cualquier marcador nomás… Virgencita, ¿acaso es mucho pedir? Mannucci está obligado a ganar si quiere seguir en carrera en la Liga2 2025 y a estas alturas ya no importa si el rival FC Cajamarca es fuerte o débil, fácil o complicado, el domingo se gana porque se gana. Pompocorderismo o muerte, venceremos.
Y cuando Mannucci necesita ganar sí o sí porque no le queda otra, en la tribuna se siente como si fuera un parto porque el hincha tricolor en estas circunstancias ya no alienta sino puja. Puja, sopla, se agarra la cabeza, conchasumadrea, grita uuuhhh, exige, reclama… Sufre. Sufre pero no se va, está ahí, juega su partido, cabecea en el asiento en cada córner, le mete presión al cuarto árbitro… Todo que sea necesario con tal de ayudar al equipo a ganar. Todo eso para, por fin, parir una alegría al final del partido e irse feliz a la casa por el triunfo del equipo. Pero para que eso ocurra, Mannucci tiene que ganar, y ganar a pesar de sus problemas.
Pero el principal problema de Mannucci está en el arco y para este domingo se necesita que, no sé… Que el alma de Ladislao Mazurkiewicz -histórico portero uruguayo QEPD- se apodere del cuerpo de Francisco Casanova y lo haga atajar todo lo que pueda, y lo que no se pueda, también, porque se necesita eso, asegurar el arco en cero para que los de arriba hagan su trabajo tranquilos.
Pero Casanova esta semana no necesita críticas, necesita confianza, y el domingo tiene que ser -ese día más que nunca- tan grande como el arco que defiende. O no sé… Casanova tendrá que disfrazarse de Carini, de Muslera o de Rochet o de no sé quién, pero tiene que demostrar de una buena vez porque margen de error ya no hay. Vamo’ arriba, Casanova, que gran parte de las esperanzas de clasificación están en tus guantes.
A Carlos A. Mannucci se le viene otro partido con aires de final y para afrontarlo necesita del apoyo de su hinchada, pero esta vez, de toda su hinchada, esa que aparece mayormente en los malos momentos.
Pero la defensa también tiene que andar bien, los uruguayos Gonzalo Rizzo y Pablo Míguez -quien regresa después de una fecha de suspensión- tienen que ser garantía en el fondo, ya lo han sido esta temporada en algunos partidos, y tendrían que serlo en especial este fin de semana. Si el director técnico Luis “Pompo” Cordero plantea en la pizarra a cinco en el fondo, Adrián Ascues sería el llamado a ser el tercer defensor central mientras que por las bandas los jóvenes Víctor Salazar y Luiggi Alburqueque seguramente seguirán a la altura de las circunstancias como lo han venido haciendo a lo largo del año aunque el experimentado Eduardo Rabanal también es una opción a tener en cuenta.
En la primera línea del mediocampo, el argentino Fernando Godoy es de esos futbolistas que siempre cumple aunque no brille, seis puntos todos los partidos, parejito, regular, el soldado desconocido del equipo pero su presencia es importante. En el medio sector, Godoy puede tener como socio a David Chicoma o a Bryan Urrutia, ambos ya consolidados en el once inicial en caso les corresponda arrancar y a quienes no les pesa la camiseta. En la zona ofensiva se espera que Willyan Mimbela sea la figura del partido porque cuando Mimbela anda bien, el equipo anda bien.
Por las bandas se espera de la participación del colombiano Leiner Escalante luego de dos fechas de ausencia por lesión, pero quien sí está disponible es Javier Núñez, quien hizo un partidazo ante Bentín hace un par de semanas. También está habilitado Christian Valladolid, jugador con muchos minutos en la temporada y que marcó un gol en el último partido en Moquegua. De punta la única opción es Ítalo Regalado, actual goleador del equipo, porque el colombiano Cristian Martínez aún no ha demostrado estar en ritmo futbolístico.
A Carlos A. Mannucci se le viene otro partido con aires de final y para afrontarlo necesita del apoyo de su hinchada, pero esta vez, de toda su hinchada, esa que aparece mayormente en los malos momentos y que es capaz de llenar las dos tribunas principales del Estadio Mansiche. El domingo jugamos todos, este domingo juega Trujillo.
