La presidenta de la República recibió la autorización del Congreso para participar en las Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta se desarrollará en Nueva York y le costará a los peruanos más de 22 mil dólares.
Boluarte sumará 5 días más a los 22 días que acumula fuera del Perú en este 2025. Es decir, 27 días de viajes improductivos. Pruebas al canto:
En el 2025, Boluarte ha realizado cuatro viajes oficiales al extranjero con autorización del Congreso. En enero se fue cinco días a Suiza para asistir al Foro Económico Mundial. En mayo estuvo cuatro días en el Vaticano con motivo de la entronización del papa León XIV. En junio viajó cinco días a Francia para participar en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC3). Finalmente, en agosto estuvo ocho días por Japón e Indonesia. De todos estos viajes, solo se ha firmado un acuerdo internacional de poca relevancia económica.
las compras más recurrentes en la oficina de Quero ha sido la de prendas de vestir, como camisas y polos, en varias oportunidades a lo largo del año
Cómprame la blusa
Y mientras Dina Boluarte viaja como Pedro por su casa, la farra en el Ministerio de Educación también se anima.
Un reportaje de Cuarto Poder destapó que el ministro que el Minedu gastó más de 9 mil soles en ropa, lavandería y galletas desde el inicio de la gestión del ministro Morgan Quero. Es decir, el ministro más ‘sobón’ de Boluarte usa la caja chica del Minedu para costear sus consumos personales que no tienen que ver con las urgencias del sector.
Según el reportaje, una de las compras más recurrentes en la oficina de Quero ha sido la de prendas de vestir, como camisas y polos, en varias oportunidades a lo largo del año, incluso en diciembre, cuando se destinaron casi 900 soles para la compra de camisas y blusas. A eso se suman chalecos, casacas y hasta una camisa atlética, bajo justificación “uso en actos protocolares”.
No solo eso, también servicios de lavandería y artículos de cuidado personal, como vaporizadores para alisar camisas o toallas adquiridas con recursos públicos. Hasta el lavado del fajín ministerial.
Ni qué decir de la cantidad de galletas que nos muestran a un ministro que dilapida los recursos del Estado en cosas banales y de su uso personal.
