Durante una rueda de prensa en Tarapoto, el candidato Rafael López Aliaga criticó la presencia de actores políticos de izquierda en las movilizaciones que exigen la renuncia del presidente interino José Jerí.
López también manifestó estar convencido de que la expresidenta Dina Boluartebuscaba que el país alcanzara “las elecciones con 20 muertes por día”, con ataques como el sufrido por la agrupación musical Agua Marina, al que calificó como un acto de terrorismo; pero, fiel a su estilo disparatado, acusó a la “izquierda maldita” de ocultarlo:
“No puede ser que vaya al Círculo Militar del Perú y pam, le meten una ráfaga a los señores. Eso se llama terrorismo, acá y en la China. Esa izquierda maldita no te lo va a decir nunca. Para ellos no, son sus héroes”, declaró.
Luego, recurrió a expresiones homofóbicas y estigmatizantes, afirmando que “el caviar es el terruco maricón, el terruco que no pudo ser, que admira al terruco, se pone su polito, pero nunca va a llegar a ser terruco”.
Con este discurso violento, Rafael López Aliaga refuerza un lenguaje de odio que banaliza el terrorismo y ataca la diversidad sexual; además, de polarizar el ambiente político.





