La secretaria general del sindicato, Mirella Uriol, informó que el personal del programa lleva más de diez años sin reajuste salarial, pese a que muchas de las profesionales cuentan con maestrías y capacitaciones autofinanciadas.
Déficit de todo tipo
A ello se suma un déficit logístico crítico: en varios Centros de Emergencia Mujer, señala el gremio, faltan insumos básicos como papel bond, y las propias trabajadoras deben asumir funciones de limpieza ante la ausencia de personal de apoyo.
La protesta se realizó en la Plaza Mayor de Trujillo y otras ciudades garantizando la atención en favor de sus miles de usuarias. El sindicato enfatiza que los Centros de Emergencia Mujer trabajan con personal mínimo para garantizar atención a víctimas en situaciones urgentes.
“No hemos cerrado ningún servicio. Nuestro compromiso es tan alto que aseguramos la atención mínima para no desproteger a quienes más nos necesitan”, refirieron

Nuevas convocatorias
Otro punto de tensión es la apertura de nuevas convocatorias estatales con sueldos superiores a los del personal actual, que mantiene remuneraciones congeladas desde hace más de 14 años. El gremio considera esta diferencia un acto de desvalorización hacia quienes han sostenido el programa durante años.
El rol de Warmi Ñan
Warmi Ñan —“camino de la mujer” en quechua— reúne equipos de psicología, trabajo social, abogacía y otros profesionales que brindan atención en territorios rurales y de difícil acceso.






