Escribe: Omar Aliaga
El asunto llamó la atención de no pocos. De manera especial, llamó la atención del periodista que escribe esta nota. Arturo Fernández inscribió su candidatura para la alcaldía de Trujillo, en la campaña electoral que lo llevó al Palacio Municipal, llevando como primer regidor a alguien que había hecho carrera y vida política gracias a César Acuña y su partido.
Extrañaba a más de uno que Arturo Fernández llevara a Reyna como su hombre de confianza, aquel que incluso asumiría la alcaldía ante la eventualidad de que no esté el titular. El electo alcalde andaba despotricando a diestra y siniestra de César Acuña y todo lo que provenía de él.
Unos días antes de que Fernández ganara las elecciones, ante la inminencia de su victoria electoral, este periodista escribió esto en Facebook:
“Es alucinante el asunto, pero de una posibilidad real latente. Quizás, un buen sector del electorado trujillano, en su afán de votar contra APP en la provincia y optando por un autodenominado ‘loco’, termine entregándole la alcaldía en bandeja al brazo derecho e ‘hijo consentido’ del mismo César Acuña”.
Lo decíamos porque Mario Reyna, a quien Arturo Fernández llevó como su brazo derecho, es socio y muy amigo de Luis Valdez, el “hijo putativo” de Acuña. Reyna y Valdez fundaron un estudio de abogados, por ejemplo.
Fernández ganó las elecciones. Pero una de las primeras cosas que dijo al ganar es que confiaba plenamente en Mario Reyna. «No será como Dina Boluarte con Pedro Castillo», dijo entonces el autodenominado ‘loco’.
Se rompió la amistad
Una vez iniciado el gobierno municipal de Fernández, caótico y errático, empezó también a levantar el dedo acusador contra Mario Reyna. Lo acusó de “traidor”.
A partir de ahí, cada vez que el alcalde se refería a Mario Reyna, lo hacía con el apelativo de «Judas».
Pero la razón principal por la que Fernández llevó a Reyna como su primer regidor es que habían trabajado juntos durante su periodo como alcalde distrital de Moche. Fue su asesor permanente en cuanto a asuntos legales se refiere. Recordemos, además, que Fernández llegó a la municipalidad de Moche con la A de Acuña y Alianza Para el Progreso en el pecho, de modo que extraña no era esa relación por esos tiempos.
En la municipalidad de Trujillo, sin embargo, las cosas cambiaron. Desde el lado de Reyna argumentan que Fernández se trastocó aún más y cambió mucho desde que asumió el cargo de alcalde de la provincia; se volvió paranoico. Desde el lado de Fernández consideran que Reyna se unió a quienes querían sacarlo del cargo por la sentencia que tenía y que lo llevó finalmente a la suspensión.
Lo cierto es que, con o sin el interés de Reyna, la suerte del alcalde siempre pendió de un hilo. Se esmeró en ser sentenciado por segunda vez y eso significó el acabose.
Reyna había sido promovido por Acuña junto a otros jóvenes de su confianza, todos egresados de la UCV. Otro de estos jóvenes era un favorito de Acuña: Luis Valdez.
La senda de un ‘Acuña Boy’
Mario Reyna ingresó a trabajar en la municipalidad de Trujillo siendo muy joven. Era jefe de Personal durante la primera gestión de César Acuña, que empezó en 2007 y terminó en el 2010. Reyna aún no era ni siquiera un treintón, le daba órdenes a funcionarios y trabajadores que le doblaban la edad.
Reyna había sido promovido por Acuña junto a otros jóvenes de su confianza, todos egresados de la Universidad César Vallejo. Otro de estos jóvenes era un favorito de Acuña: Luis Valdez, que ingresó por esa misma época a la municipalidad para ser gerente de Asesoría Jurídica, ni más ni menos. Casi con la misma edad de Reyna, muy joven.
Por eso, este periodista los bautizó alguna vez a ambos como los ‘Acuña Boys’. Sí, Mario Reyna fue un cabal ‘Acuña Boy’.
Incluso después fue presidente del directorio de Sedalib, entre otros cargos de relevancia.
En los últimos años estuvo trabajando con Fernández en Moche (incluso cuando este rompió con APP) y en asuntos privados. Al llegar a la municipalidad de la mano de Fernández declaró que no lo ataba ya nada con Acuña y su partido.
Ahora, en las próximas horas, Mario Reyna recibirá las credenciales del Jurado Nacional de Elecciones y se convertirá en el décimo octavo alcalde en la historia de Trujillo.