En el estado de California los estudiantes de primero a sexto grado de escuelas públicas escribirán obligatoriamente en letra cursiva. Este requisito fue establecido para este año por las autoridades educativas.
El debate se ha abierto entre estudiosos y científicos sobre la conveniencia de aprenderla, las implicaciones globales de abandonarla y sus posibles beneficios cerebrales.
Ya la neurocientífica Claudia Aguirre ha dicho que cada vez más investigaciones en neurociencia respaldan la idea de que, comparándola con la escritura a máquina,escribir en cursiva puede activar vías neurales específicas que facilitan y optimizan el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje en general.
La técnica de escritura cursiva dejó de enseñarse en California en 2010, pero ahora se ha determinado que su enseñanza sea obligatoria. Varios Estados de Norteamérica han hecho lo propio.
Posiblemente, esto sea producto de la pandemia reciente. Muchos niños hicieron su estudio escolar a través de una computadora portátil o una tablet, pero el regreso a las aulas ha demostrado que muchos estudiantes estadounidenses tienen una dependencia excesiva de las pantallas. Algunos educadores temen que dejar de lado la cursiva produzca un retroceso en los resultados educativos.
¿Por qué la cursiva?
Los beneficios de la escritura manual son evidentes, pero se ha logrado determinar que la cursiva es mejor que la letra de imprenta para el desarrollo infantil.
Karin James, profesora de Ciencias Psicológicas y Cerebrales en la Universidad de Indiana, hizo un estudio que reveló que aprender letras mediante la escritura a mano activa redes en el cerebro que no se activan al escribir en un teclado, incluida un área conocida por jugar un papel clave en la lectura.
Virginia Berninger, profesora de Psicología Educativa en la Universidad de Washington, ha demostrado que la cursiva, la escritura a mano y la escritura en un teclado utilizan funciones cerebrales relacionadas, pero diferentes.
Un pequeño estudio realizado por investigadores italianos mostró que enseñar cursiva a los alumnos en el primer año de primaria puede mejorar sus habilidades lectoras.
Sin embargo, los mayores beneficios para la memoria, el aprendizaje de palabras y otras habilidades cognitivas están vinculados al acto de escribir en sí, no a la cursiva sobre la impresión.