La idea, según se dio a conocer, es el asegurar el cumplimiento del ejercicio de la función fiscalizadora de los regidores del Concejo Municipal de Trujillo, que en 2023 fue a costa del propio peculio de los concejales. Este año, en ese sentido, se está asignando una importante cifra en el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) de la comuna.
Para este 2024 se asignó S/ 551,991 para asumir tales funciones en la gestión municipal. El monto de los recursos incorporados en el PIA para este caso, según norma, no puede ser inferior al 1% ni superior al 2% del presupuesto precedente de la suma de los montos del Foncomun e impuestos municipales pertenecientes a la fuente de financiamiento: recursos determinados.
Luis Guillén Pinto, gerente general de la municipalidad, informó esto en sesión ordinaria de Concejo presidida por el alcalde Mario Reyna Rodríguez, quien comentó que el año pasado los regidores financiaron sus actividades de fiscalización con su dieta y adelantó, por otra parte, que crearán una Oficina de Integridad Pública, que estará adscrita a la Alcaldía.
El concejal Andrés Sánchez indicó que la asignación presupuestal era una buena noticia y que con parte de eso se podrá auditar toda la gestión del año 2023.
Cabe indicar que los regidores deben aprobar en el primer trimestre de cada año fiscal el programa de acciones de fiscalización y están obligados a presentar un balance semestral sobre el monto destinado al fortalecimiento de las labores de fiscalización que hubieran utilizado en ese periodo mediante el procedimiento que establezca la Contraloría.