Si hay un prototipo de los congresistas más cuestionados del Perú, ese es Héctor Becerril. Fujimorista, para más señas. Una denuncia constitucional sindicaba a este exlegislador de Fuerza Popular como autor de los presuntos delitos de cohecho pasivo impropio y tráfico de influencias agravado. La justicia ha denominado este caso como ‘Los Temerarios del Crimen’.
Pero como el Perú es una caja de Pandora, gracias a la Comisión Permanente del Congreso, se archivó esa denuncia formulada por la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos. Catorce nefastos votos bastaron para consumar la impunidad. Lo curioso es que con esta decisión Héctor Becerril queda impune, mientras que Zoraida Ávalos está inhabilitada.
El informe concluyó que: “No se encontraron medios probatorios fehacientes que aludan la existencia de los delitos que se le imputan al denunciado, se recomienda el archivamiento de la presente denuncia”.
¿Por qué fue denunciado Becerril?
El Ministerio Público presentó la denuncia constitucional contra Becerril en julio del 2020. Lo acusaba de ser el brazo político de ‘Los temerarios del crimen’ y habría operado incluyendo obras a favor de la Municipalidad de Chiclayo en el Presupuesto General de la República, en confabulación con el ex alcalde David Cornejo Chinguel y otros funcionarios, entre los años 2016 y 2018.
Por esta operación, Becerril habría recibido beneficios económicos, como la compra de porcelanato para su vivienda.
Asimismo, la Fiscalía le atribuye a Becerril haber ofrecido gestionar el presupuesto de la Municipalidad de Aucallama (Huaral), a cambio de que ésta pague una deuda de 248 millones 565 soles a una empresa presuntamente vinculada con su hermano.
Por esta operación, Becerril habría recibido beneficios económicos, como la compra de porcelanato para su vivienda.
Los angelitos salvadores
Resulta que los congresistas que quieren bajarse a la Junta Nacional de Justicia, y que en sus discursos dicen preocuparse por el país hoy han avalado un acto de corrupción de alto nivel. Entre ellos el congresista liberteño Diego Bazán.
Quienes salvaron a Becerril son mayormente fujimoristas. La lista nefasta es de los congresistas de Fuerza Popular, Arturo Alegría, Alejandro Aguinaga, Eduardo Castillo, Patricia Juárez y Martha Moyano; de Avanza País, Rosselli Amuruz, Diego Bazán y Patricia Chirinos; de Renovación Popular José Cueto y Alejandro Muñante; así como los congresistas José Luna Gálvez (Podemos Perú), Wilson Soto (Acción Popular) y Esdras Medina (Unidad y Diálogo).
