Escribe: Omar Aliaga
Por ahora, parece que Arturo Fernández regresa a la alcaldía de Trujillo en junio. Por ahora, decimos, porque aquí todavía hay mucho pan por rebanar. La situación legal de Fernández pende todavía de un hilo y la sonrisa de sus seguidores y amigos podría tornarse en amargura en poco tiempo.
Pero por lo pronto su regreso al sillón municipal es inminente para junio. Y sus seguidores, que siempre son vehementes y bulliciosos, han salido a decir que la “mafia” de César Acuña no pudo con él. El mismo Arturo Fernández lo ha dicho. Es curioso que una mafia tan poderosa y pudiente, que incluiría al Jurado Nacional de Elecciones, según Fernández y los suyos, haya lanzado una decisión controvertida pero favorable a la “víctima” de los “malos”.
Pero, en fin, lo que aquí quiero decir es lo siguiente: si hay alguna autoridad política a la que le conviene el retorno del “loco” a la alcaldía es precisamente César Acuña, gobernador de La Libertad.
A Acuña le ha afectado que Fernández no haya estado estos meses en el sillón municipal: el gobernador ha concentrado los reflectores de la prensa.
¿Por qué? Porque no hay mejor distractor que Arturo Fernández, no existe hoy una cortina de humo más variopinta y persistente que el señor Fernández, que concentra la atención de los medios y las redes sociales con sus exabruptos, con sus tropelías, con su papel de streamer ambulante, de payaso de circo desmontado; con sus shows bombásticos, sus arranques, locuras y estupideces también.
A Acuña le ha afectado que Fernández no haya estado estos meses en el sillón municipal. Estos meses, sin él como vecino suyo en la plaza de Armas de Trujillo, el gobernador ha concentrado los reflectores de la prensa, que ha estado pendiente de lo que hacía y no hacía, de lo que decía y no decía, de adónde iba y adónde no iba. Ha sido protagonista principal y casi exclusivo.
Si Fernández vuelve, eso cambiará. Volverá a ser como antes, cuando el “loco” armaba el chongo mediático y digital y el señor Acuña seguía su camino regional sin que lo enfoquen mucho.
Por eso, yo no lo dudo: A Acuña le conviene el retorno de Arturo Fernández.