En el caso de la conjuntivitis alérgica, la base es que que el paciente sea alérgico, lo que se transmite a la conjuntiva del ojo, y puede ser estacional, crónica, solar o relacionada a la altura del lugar donde se reside.
El principal síntoma es la picazón de los ojos en el canto interno, puede haber lagrimeo frente al sol o a una pantalla, que se intensifica en las mañanas y disminuye por la tardes.
La especialista relató que durante la consulta se recopila la información brindada por el paciente y se revisa el ojo bajo el examen de lámpara de hendidura, donde se pueden apreciar las papilas de la conjuntivitis alérgica, así como características propias como el color amarillento de la conjuntiva o los párpados hinchados.
«Una de las complicaciones de la conjuntivitis alérgica es el queratocono. Es importante detectar y tratar este padecimiento para que este frotamiento crónico se corte desde el inicio y evitar que se resulte en un astigmatismo elevado o visión borrosa que ni con los lentes se pueda solucionar», aseveró la Dra. Tobar.
Los tratamientos varían según el tipo de conjuntivitis alérgica, ya sea con antialérgicos temporales o eliminando los alergenos como la caspa del perro o el uso de lágrimas naturales y lentes de sol.