El Perú – Marco Martos
No es este tu país
porque conozcas sus linderos,
ni por el idioma común,
ni por los nombres de los muertos.
Es este tu país,
porque si tuvieras que hacerlo,
lo elegirías de nuevo
para construir aquí
todos tus sueños.
Pueblos amados – Manuel Scorza
Pueblos amados,
poetas fulgurantes,
padres remotos,
dais asco.
Me voy.
¡Que conste!
¡No me complico!
A mí no me vengan con la patria espuma.
La patria hiede,
desgraciadamente la patria vomita buitres.
¡A mí no me digan: “hay visitas”!
¿Hasta cuándo la patria
será el muro donde se orinan los gendarmes?
Ay, ¿hasta cuándo serás la ramera
con la que sólo se acuestan los borrachos?
¡Hagan lo que quieran!
Enfanguen al puro,
enjoyen al ladrón,
coronen al asesino,
enmierden al héroe,
cáiganse de risa,
¡Está bien, pero no me compliquen!
Ay, patria, ay, enemiga,
¿con qué me has mojado
que no puedo secarme?
Se me pasan los días
untando con tristeza los papeles,
marcando tu dolor se me pasa la vida.
Ya me apagué,
ya no soy nada,
no encuentro la palabra que te libre,
la voz que te alce, la luz que te limpie.
¿Qué pasa amor mío?
He visto a los pueblos llorar en silencio,
caen los luceros podridos,
estoy viendo mi pecho llenarse de herrumbre.
¡Libérete, amada!
¡Asesina, levántate, te ruego!
Yo canto en vano si estás caída,
yo no soy nada si tú enmudeces,
estiércol soy si a ti te humillan.
Vuelve en ti, vagabunda.
No es verdad lo que digo.
Las praderas no pueden olvidarte.
Cuando nadie las mira, lloran las piedras.
Los corderos te extrañan, los borrachos te extrañan,
mi corazón te extraña.
Sácame del pecho las espinas,
borra los malos sueños,
enciende la Luz que no se extingue,
danos la Libertad que no termina.
Perú en alto – Alejandro Romualdo
Según mi modo de sentir el fuego
soy del amor, sencillamente ardiendo.
Según mi modo de sufrir el mundo
soy del Perú, sencillamente siendo.
Tierra de sol, marcada al negro vivo,
llorando sangre por los poros, sombra
a media luz del bien: a media noche
del día por venir ¡Yo estoy contigo!
Golpe, furia, Perú: ¡Todo es lo mismo!
Saber, a ciencia incierta, lo que somos,
buscando, a media luz, otro destino,
con todo el cielo encima de los hombros.
Por eso quiero alzarte, recibirte
con los besos abiertos,
junto a la luz,
ardiendo de alegría.