Escribe: Lucho Caro
Hoy, Trujillo llora la pérdida de un ser humano excepcional: Juan Carlos Orbegoso, un verdadero amigo de los animales, un animalista que dedicó su vida a cuidar y proteger a los perritos abandonados. Su compromiso inquebrantable con los más vulnerables nos recuerda la belleza de la compasión y el amor incondicional que estos animales nos ofrecen.
Juanca no sólo rescató a innumerables perritos de las calles; su labor iba más allá de brindarles un refugio temporal. Era un defensor apasionado de la vida animal, siempre estaba presente en toda marcha animalista, organizaba eventos, toda su vida se levantó a favor de aquellos que no pueden hablar. Organizó campañas de adopción, promovió la importancia de la esterilización y educó a la comunidad sobre el respeto y el cuidado que merecen todos los seres vivos. Hizo participar a todo Trujillo de cada uno de sus eventos. Así lo conocí, así nos hicimos socios en varias campañas, no sólo animalistas, porque también ayudábamos a personas vulnerables.
Todo albergue para él era un lugar donde cada ladrido representaba un testimonio de esperanza y amor.
Sigamos luchando por los derechos de los animales, por la dignidad de aquellos que, como nuestro amigo Juan Carlos, merecen ser admirados y respetados.
La tristeza que sentimos hoy es profunda, quizás su partida sea incomprensible y dificil de aceptar, pero en medio de esta pena, recordemos sus enseñanzas, porque él nos mostró que cada pequeño acto de bondad cuenta, que cada vida salvada es una victoria. Su legado perdurará en los corazones de quienes tuvimos la fortuna de conocerlo y en cada perrito que encuentra un hogar gracias a su dedicación.
Mientras unimos nuestras voces para rendir homenaje a su memoria, comprometámonos a continuar su labor. Sigamos luchando por los derechos de los animales, por la dignidad de aquellos que, como nuestro amigo Juan Carlos, merecen ser admirados y respetados. Que su memoria nos inspire a ser mejores seres humanos, no sólo por nosotros, sino por todos los que comparten este mundo con nosotros.
Descansa en paz, querido Juanca. Tu amor por los animales nunca será olvidado.