Escribe: Omar Aliaga
El lanzamiento de «Teniente & Capitán» ha sido un hito musical y artístico del 2024 que, desgraciadamente, ha pasado inadvertido para muchos. El segundo álbum oficial de la banda trujillana Mr. Pucho fue publicado hace exactamente un año, y se constituye en todo un logro para este grupo que se ha forjado entre la pachanga de su ska y sus vientos, así como su potencia punk rock. Esta vez, estamos ante un disco más ambicioso, maduro, a la altura de un grupo que está decidido a hacer historia no solo en su ciudad.
«Teniente & Capitán» se alza, sin embargo, en medio de un silencio generalizado, pese a su relevancia. De alguna forma, los mismos Mr. Pucho explican las razones de esto en Nunca para ti, el octavo track del disco: «Muchos años van pasando / radio y prensa han hablado / pero nunca de ti (…) Los años seguirán pasando / y esta banda está sonando / aunque nunca / nunca para ti».
Se trata de una canción acelerada, muy rockera, con guitarras electrizantes y vientos macizos, en la que la banda tira -una vez más- de ironía. Como aquella vez, en el año 2010, cuando llegaron a la final de un concurso nacional de rock organizado por una radio, y se quedaron con el segundo lugar. «No ganamos por feos», dirían aquella vez.
Pero Mr. Pucho, como lo haría precisamente un feo que sabe que tiene que esforzarse y trabajar mucho en sí mismo para competir con los más guapos, ha seguido en lo suyo: persistiendo y tocando, creando y tocando.
Así han llegado a sus quince años y lo han celebrado con un álbum que ha resultado un verdadero salto de calidad.
Ya desde el arranque, la agrupación deja en claro que esta vez saldrían del molde y se metían en terrenos desconocidos. Nave es una solvente canción de pop en la que se atreven a ponerle un poco de experimentación, incluyendo distintos matices. Una forma distinta de recurrir a su clásica fórmula de rock/pachanga, agregándole además un videoclip con animación.
Es un disco donde se plasma el aprendizaje de estos años y por ello muestra más ambición. La canción El loco, con su letra sobre calles, sicarios e inseguridad, tiene retazos de salsa que desembocan siempre en ese jubiloso estilo forjado en estos quince años de vida del grupo.
Del mismo modo Chullachaqui, una de las canciones mejor logradas del disco. Aquí se utiliza la leyenda selvática para urdir un tema donde la cumbia amazónica, el rock and roll (¡escuchen ese solo!) y la impronta ambientalista conviven de maravilla. «El solo quiere / defender / la tierra debe / proteger / de la basura / que viene a saquear su riqueza aguaruna / salve, guardián del monte», dice el estribillo. Un tema redondo.
Hay, además, momentos feeling y apacibles. Alma es una canción perfecta para escucharse en un atardecer huanchaquero: se sostiene sobre la base del reggae y tiene un solo de guitarra envolvente en su clímax. Si bien es un tema dedicado al máximo ser querido que se fue, destila romanticismo por todos lados.
El estilo ya reconocible de la banda, con guitarras aceleradas y vientos que marcan la pauta, fusiones de ska y hasta funk, aparece en un puñado de canciones como la entrañable Eso que haces tú, la explosiva y fiestera Tal vez o la fantástica Sonia.
Concheperla, en tanto, es una especie de puente, un homenaje a nuestra tradicional marinera en modo Mr. Pucho.
«Teniente & Capitán» es un disco diverso, rico en su mestizaje, y que pone a la banda en el nivel de pocos artistas locales. Estamos ante un trabajo que ha sido poco destacado en medios y otras plataformas (no al menos en la medida que este álbum merece), pero cuya trascendencia seguro seguirá creciendo con el tiempo. «Teniente & Capitán» está hecho para bailar, para poguear, para sentir, para beber y deleitarse incluso con momentos de tristeza, y con la imagen de la ciudad de Trujillo (con toda su actual complejidad) como telón de fondo.
