La ciudad de Trujillo acaba de atravesar una de las semanas más difíciles de su historia, luego de la tragedia ocurrida en el centro comercial Real Plaza, donde seis personas perdieron la vida. El colapso del techo del patio de comidas dejó atrapadas a varias personas bajo los escombros, desencadenando una ardua labor de rescate por parte de los equipos de emergencia. La magnitud de la emergencia fue tan impactante que ni los propios bomberos podían prever lo que encontrarían al llegar al lugar.
El comandante de los Bomberos de La Libertad, Miguel Roncal, quien fue uno de los primeros en llegar al sitio, narró los detalles de la tragedia en el podcast Buen Par de Conexión Norte.
Difícil de superar
Según Roncal, el reporte inicial sobre el colapso del techo no indicaba la magnitud del desastre. «Nos informaron que el techo del patio de comidas había colapsado, pero hasta ese momento no pensábamos en lo grave que era. Llegamos en seis minutos y, de hecho, no pudimos ingresar con los vehículos debido a la congestión, por lo que ordené que todo el equipo entrara sin ellos», relató.
Al llegar al centro comercial, lo que encontraron fue una escena difícil de creer. «Las columnas de fierro estaban rotas, pero teníamos que ser prudentes, aunque nuestro compromiso con salvar vidas nos impulsó a seguir adelante. Había espacios por los que podíamos ingresar, y eso nos dio la posibilidad de actuar», señaló Roncal. La escena de los escombros era aterradora, pero los bomberos, a pesar del riesgo, se enfocaron en rescatar a las víctimas atrapadas.
Salvaron vidas
Una de las estructuras que jugó un papel fundamental en la tragedia fue la zona de juegos para niños. Según Roncal, «Dios es maravilloso porque en la zona de juegos de niños hay una estructura que sirvió de soporte y permitió que más niños pudieran salir con vida». Esta estructura evitó que la tragedia fuera aún más devastadora, funcionando como un apoyo que estabilizó los escombros y permitió rescatar a más personas de entre los restos del colapso.
Indignante
A pesar de la valentía de los bomberos, el trabajo de rescate se complicó debido a un obstáculo inesperado: el ruido de las discotecas cercanas. A pesar de la tragedia que se estaba viviendo, estos establecimientos continuaron funcionando con música a alto volumen, lo que dificultó la tarea de los canes de rescate. «Esto complicó el trabajo de los canes, quienes fueron esenciales para localizar a los sobrevivientes», añadió.
