El viernes 15 de diciembre entró en circulación el nuevo billete de 200 soles que muestra a Tilsa Tsuchiya Castillo, en reemplazo de Santa Rosa de Lima.
Inmediatamente se desató la furia de no pocos opinadores de redes sociales, quienes despotricaban del cambio, preguntándose que quién era esa tal Tilsa para estar por encima de la patrona de la Policía Nacional del Perú.
Otros fueron más allá y deslizaron la sospecha de que era una mujer de izquierda y que la decisión había salido de la mente afiebrada de algún «caviar» infiltrado en el Ministerio de Cultura.
¿Quién es Tilsa Tsuchiya?
Lo que no saben los indignados es que Tilsa Tsuchiya Castillo está considerada como una mujer clave de la Historia del Arte peruano. Destaca por su estilo único al margen de cualquier movimiento artístico. Su trabajo pictórico marcó un antes y un después en la historia de la plástica peruana.
Experimentó con diversas técnicas obteniendo una perfección pictórica y sutileza de la pincelada y las gamas cromáticas. Es conocida por sus pinturas de mitos y leyendas peruanas.
De Supe para el mundo
Nació en Supe, provincia de Chancay, en 1928. Su padre fue el médico diplomático japonés Yoshigoro Tsuchiya, quien llegó al Perú en 1905, y su madre María Luisa Castillo, una peruana con raíces chinas.
Tilsa aprendió a dibujar a muy temprana edad. En 1947 inició sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, pero en ese mismo año murió su padre y dos años después su madre, por lo que se vio obligada a interrumpir sus estudios para poner una vidriería y taller de enmarcado con su hermano.
Retomó sus estudios con honores. Siendo todavía alumna ganó el Segundo Premio del Salón Municipal del año 1957 y participó del envío peruano a la Primera Bienal de la Juventud convocada en París en 1958. Obtuvo la Gran Medalla de Oro en Pintura, de la Promoción 1959.
En 1960 viajó a Francia para estudiar Grabado en la École des Beaux-Arts e Historia del Arte en la Sorbona, residiendo en el país europeo hasta mediados de la década de los setenta.
En 1970 obtuvo el Premio Tecnoquímica, reconocimiento que consolida su ascendente carrera artística.
Tras divorciarse del francés Charles Mercier, Tilsa regresó a Lima. Murió en 1984, víctima del cáncer, a los 55 años de edad.
Obras para la inmortalidad
La cultura popular, el realismo social y el indigenismo fueron sus primeras influencias de Tilsa Tsuchiya, las que personalizó fusionándolas con sus orígenes japoneses, la mitología quechua y el arte precolombino que le atraía. Entre sus obras más significativas están Cementerio (1957), Paraíso (1971), Tristán e Isolda (1974), Mito del guerrero rojo (1976), Pelícano (1978) y Mujer y mono (1979).