domingo, abril 27, 2025
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La huella de Panchito: el papa querido por tirios y troyanos

Hoy entierran al papa Francisco. Millones de personas le lloran a nivel del orbe. Lo curioso es que no solo lamentan su muerte los catálicos, sino, ateos, agnósticos y gente de otra religión. ¿Qué hizo el Pontífice para lograr esa hazaña?

La muerte del papa Francisco el 21 de abril, un Lunes de Pascua, marca el cierre de una trayectoria que ha dejado una profunda huella en la historia de la Iglesia y en el recuerdo de muchos. Su legado, como primer pontífice latinoamericano, se construyó sobre un mensaje constante de paz y unidad, rompiendo con tradiciones y acercándose a las realidades de la gente.

Entre sus obras, Francisco abordó temas críticos como la migración, la pobreza y el cambio climático, reflejando su compromiso con la justicia social a través de su encíclica «Laudato Si'». Su defensa de la enseñanza de la Iglesia sobre el aborto, aunque controvertida, mostró un enfoque pastoral al permitir la absolución de mujeres que interrumpieron su embarazo.

Frente a la crisis de abuso sexual en la Iglesia, tomó decisiones valientes. Por ejemplo: La remoción del cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, fue un acto contundente que evidenció su compromiso con la justicia. Igualmente, la disolución de la dirección del Sodalicio de Vida Cristiana en Perú, debido a denuncias de encubrimiento, reafirmó su deseo de una Iglesia más responsable.



Su visita a Perú en 2018 fue un momento significativo, donde el líder de la Iglesia Católica trajo un mensaje de esperanza al país que enfrenta aún serios problemas sociales: la pobreza extrema, la corrupción y la violencia. En un contexto donde muchos peruanos luchan por acceder a oportunidades básicas, su llamado a la justicia social resonó profundamente. Francisco instó a la reconciliación y a la unidad, recordando la importancia de construir puentes en lugar de muros.

Su presencia se sintió como un símbolo de cercanía y compasión, revitalizando la figura del papa como un líder accesible. Francisco no sólo visitó las ciudades principales, sino que también se acercó a las comunidades más vulnerables, llevando esperanza a quienes más la necesitan.

Con su fallecimiento, se abre un nuevo capítulo en la búsqueda de su sucesor, quien deberá continuar esta labor de cercanía y promoción de la paz. Esta necesidad de esperanza se refleja en las palabras de Omar Aliaga, director de Conexión Norte, quien, a pesar de ser agnóstico, en el podcast Buen Par, compartió su profunda paz al ver al papa Francisco por las calles de Trujillo. Su experiencia nos recuerda que, en un mundo que necesita tanto de compasión, la figura de Francisco trascendió creencias y, de alguna manera, tocó el corazón de muchos.

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