El miembro del Opus Dei, Juan Luis Cipriani, el ex arzobispo de Lima, fue sancionado en 2019 por el recientemente fallecido papa Francisco, tras ser acusado de abusos sexuales; sin embargo, en una clara burla a las sanciones, estuvo en su funeral vestido de cardenal, pese a que lo tiene prohibido.
Y eso no es todo, el alto representante del ala más derechista y conservadora de la Iglesia Católica, también participa en las congregaciones, vestido con los paramentos púrpura por las calles de Roma. Así se le vio ante el féretro de Francisco, y también con el resto de cardenales en su sepulcro.
El Vaticano ha admitido que la presencia de Cipriani ha generado un escándalo previo al cónclave, aunque no precisó si tomará medidas contra él por posibles actos de desobediencia.
El escándalo es mundial. Repubblica, uno de los medios más importantes y respetados de Italia (con más de 3 millones de seguidores), le ha dedicado un buen espacio al tema y ha dicho al mundo que Cipriani es conocido como “el cardenal de Perú que, sancionado por pedofilia por Francisco, se presentó vestido de cardenal a sus exequias”.
«¿Por qué el Vaticano le permite ahora ayudar a planificar el próximo cónclave? Si el castigo impuesto por el propio Papa por la agresión sexual a un menor no constituye un impedimento legítimo, ¿qué lo es?»
Preocupante situación
Es claro que esta situación preocupa a las altas esferas de la Iglesia Católica. Cipriani no podría entrar en la Capilla Sixtina, pues tiene 81 años, pero tampoco tendría permiso para participar en las reuniones previas y, sobre todo, vestido de cardenal. Tiene prohibido vestir indumentaria púrpura, después de que Francisco lo sancionó tras recibir acusaciones de haber abusado de un adolescente en los años 80.
La presencia del cardenal en el funeral y el precónclave fue duramente cuestionada por la ONG estadounidense Bishop Accountability, que documenta la pederastia clerical en todo el mundo. “Incluir a un presunto abusador desacredita a la Iglesia”, dijo en un comunicado. “¿Por qué el Vaticano le permite ahora ayudar a planificar el próximo cónclave? Si el castigo impuesto por el propio Papa por la agresión sexual a un menor no constituye un impedimento legítimo, ¿qué lo es?”, recalca.
El hombre que en 2018 acusó al cardenal peruano, Juan Luis Cipriani, de haber abusado de él en su infancia en 1983, está indignado. “El mensaje es que se murió el Papa y regresa la fiesta”, se lamenta.
No olvidemos que Juan Luis Cipriani ya había desobedecido la sanción del Papa Francisco al viajar a Lima en enero último a recibir la medalla de oro de la ciudad de manos del alcalde Rafael López Aliaga, también del Opus Dei. Luego de ese acto, publicó cartas en las que negó las acusaciones, criticó al papa y hasta desafió a la Conferencia Episcopal Peruana.
