Escribe: Eduardo Zafra
Tras la masacre ocurrida dentro de un socavón en Pataz, donde 13 trabajadores de seguridad que laboraban para la empresa R&R fueron cruelmente asesinados, se difundió a través de los medios de comunicación el nombre de Miguel Rodríguez Díaz, alias «Cuchillo», como presunto autor -material o intelectual- del asesinato de las 13 personas, además, se dio a conocer que «Cuchillo» salió del país con rumbo a Colombia a pocos días de la masacre ocurrida.
Sin embargo, algunos medios de comunicación desmontaron rápidamente dicha versión, cuando un testigo ubicó a Miguel Rodríguez Díaz lejos de Pataz al momento de los hechos. El mismo «Cuchillo» habló desde la clandestinidad con un medio de comunicación negando su participación en el hecho criminal, e incluso instando a la presidenta Dina Boluarte a que se rectifique, debido a que ella lo sindicó directamente como culpable.
Alias «Cuchillo», en esa misma entrevista, acusó a la Policía de estar coludida con grupos criminales en Pataz.

Pareja acompañante
Tras 10 días en calidad de prófugo (aunque en ese lapso no se conoció de ninguna orden de captura nacional o internacional), alias «Cuchillo» fue finalmente detenido en la ciudad de Medellín, Colombia. Según la versión de Kevin Díaz Cruz, abogado de «Cuchillo», este fue capturado cuando se disponía a salir de su hotel para cambiarse a otro hotel, precisamente para evitar ser ubicado. Díaz Cruz, además, detalló que en los próximos días, su patrocinado dejaría el país vecino para volver a Perú, específicamente a Casma, donde se reencontraría con su familia y podría seguir su proceso judicial.
En Trujillo, al mismo tiempo que Miguel Rodríguez Díaz era capturado, la abogada Liliana Pizán Chirado también era detenida y también allanada su vivienda ubicada en Alto Trujillo. Según la información primigenia dada por el general Guillermo Llerena a los medios de comunicación, dentro del hogar de Pizán Chirado se pudo incautar 70,000 soles en efectivo, 14,000 dólares, pesos chilenos, esmeraldas colombianas y vouchers de la compra de dichas esmeraldas a nombre de Miguel Rodríguez Díaz.
El delito que se le imputa a Liliana Pizán oficialmente es por obstrucción a la justicia al haber, según lo dicho por Llerena, otorgado ayudas a «Cuchillo» más allá de lo profesional.
Lo cierto es que Liliana Pizán Chirado acompañó a Miguel Rodríguez Díaz al aeropuerto internacional Jorge Chávez, en Lima, aquel 5 de mayo, cuando, según su registro migratorio, abandonó el Perú rumbo a Colombia. Así también, según fuentes policiales, habría sido la propia abogada quien habría comprado los pasajes para que Miguel Rodriguez pueda dejar el país.


Defensora de víctimas en Pataz
Como reveló anteriormente un reportaje de Conexión Norte, la abogada Liliana Pizán Chirado tenía casos abiertos contra los hermanos Cueva Rojas, a quienes ella acusó de ser loa autores del asesinato de 5 personas en Vijus, provincia de Pataz.
En dicho caso, la Fiscalía citó a Luis Cueva Rojas para tomarle declaraciones en las que señala a «Cuchillo» como el verdadero autor de la muerte de estas 5 personas. Conexión Norte pudo conocer por fuentes cercanas a Liliana Pizán, que la abogada sostenía que el señalamiento hacia «Cuchillo» en el caso de los 13 trabajadores asesinados en Pataz se trataría de una «cortina de humo» sensacionalista que buscaba inculpar a Miguel Rodríguez Díaz.
Niegan todo
En declaraciones para los medios de comunicación, la madre de Liliana Pizán, Teresa Chirado, negó cualquier vínculo de su hija con alias «Cuchillo». Por el contrario, manifestó que el dinero encontrado, así como las joyas colombianas, le pertenecen a ella, puesto que tiene varias empresas que le generan el rédito económico para poder adquirir dichas joyas y tener el dinero en efectivo. Asimismo, manifestó que la casa donde la abogada fue intervenida también es de su propiedad.
Hasta el momento, Liliana Pizán Chirado continúa detenida por la Policía Nacional del Perú a la espera de conocer si podrá llevar su proceso en libertad o de lo contrario, será puesta en prisión preventiva.