Gloria Montenegro se nos ha ido. Su figura fue fundamental en la política nacional y, sobre todo, en la política local de Trujillo. Su contribución a la defensa de los derechos humanos y la equidad de género merece ser resaltada.
El 21 de mayo, la exalcaldesa de Trujillo, excongresista y exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, falleció a los 69 años. Su hijo anunció que, tras complicaciones de un procedimiento neuroquirúrgico, ella se encontraba en muerte cerebral. Con gran pesar, compartió: «Ahora mi mamá descansa en paz con mis abuelos».
Montenegro fue clave en los inicios de Alianza Para el Progreso (APP). Su estilo decidido la posicionó como una voz prominente en la política nacional. Sin embargo, su relación con César Acuña se debilitó al tomar conciencia de la corrupción en APP, afirmando que había superado al APRA en este aspecto. No se equivocó al distanciarse del partido de «plata como cancha», que hoy por hoy ha perdido credibilidad, y por consecuencia votos para las próximas elecciones, en Trujillo y en todo el Perú, en gran parte debido a los escándalos que han rodeado a Acuña y su gestión.
«Hoy me toca partir al llamado de Dios, pero me voy con la esperanza de un Perú mejor, sin corrupción, con valores, con leyes y políticas a favor de los más vulnerables».
Como congresista (2016–2019), impulsó más de 60 proyectos de ley, logrando que 13 se convirtieran en leyes, incluyendo la que prohíbe a condenados por delitos sexuales trabajar con menores. Su compromiso con la igualdad social fue palpable como ministra (2019–2020), donde promovió la Política Nacional de Igualdad de Género y fortaleció el programa AURORA para combatir la violencia contra las mujeres, dejando una huella significativa en la legislación que benefició a muchas personas vulnerables. Hasta sus últimos días, Montenegro luchó por la igualdad social, denunciando deficiencias en el sistema de salud y la falta de atención digna para adultos mayores y personas vulnerables.
El velorio fue un homenaje, con figuras políticas como Ana Jara, quien destacó su valentía y compromiso en la lucha por los derechos de las mujeres. Jara recordó cómo Montenegro siempre fue una voz firme en la defensa de los más vulnerables. En un mensaje en redes sociales que Montenegro había autorizado antes de su fallecimiento, expresó: «Hoy me toca partir al llamado de Dios, pero me voy con la esperanza de un Perú mejor, sin corrupción, con valores, con leyes y políticas a favor de los más vulnerables«.
Que descanse en paz, Gloria Montenegro. Su voz y su lucha seguirán siendo un referente en la búsqueda de justicia y equidad para todos.