El filósofo surcoreano Byung-Chul Han se ha convertido en el pensador más influyente de los últimos años. Autor de libros súper ventas como La sociedad del cansancio o su más reciente Capitalismo y pulsión de muerte, Han hace un análisis crítico de la saturada productividad que existe hoy en el mundo y cómo el ser humano se ha sometido por propia decisión a esa dinámica autodestructiva. Este 1 de mayo, Día del Trabajo, vale repasar sus frases más neurálgicas y reflexivas sobre nuestra cotidianidad.
- «En la orwelliana novela 1984 esa sociedad era consciente de que estaba siendo dominada, hoy no tenemos ni esa consciencia de dominación».
- “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo que culmina en el síndrome del trabajador quemado”.
- “Ya no hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión. Es la alienación de uno mismo”.
- «En el capitalismo se explota al trabajador, y a partir de un determinado nivel de producción esta explotación por otros llega a su límite. De forma muy distinta sucede con la autoexplotación, a la que hoy nos sometemos voluntariamente. La autoexplotación es ilimitada. Nos explotamos voluntariamente hasta colapsarnos».
- «Si fracaso, me responsabilizo a mí mismo del fracaso. Si sufro, si me arruino, el único culpable soy yo. La autoexplotación es una explotación sin dominación, porque se realiza de forma totalmente voluntaria. Y como está bajo el signo de la libertad es sumamente efectiva. Nunca se constituye un colectivo, un «nosotros», que pueda alzarse contra el sistema».
- “Cuanto más iguales son las personas, más aumenta la producción; esa es la lógica actual; el capital necesita que todos seamos iguales, incluso los turistas; el neoliberalismo no funcionaría si las personas fuéramos distintas”.
- «Vivimos en una época de conformismo radical: la universidad tiene clientes y solo crea trabajadores, no forma espiritualmente; el mundo está al límite de su capacidad; quizás así llegue un cortocircuito y recuperemos ese animal original”.
- «Vivimos en una sociedad totalmente centrada en la producción, en la positividad. Elimina la negatividad de lo distinto o de lo extraño para acelerar los ciclos de producción y consumo. Solo se admiten las diferencias que se pueden consumir».