Durante una conferencia de prensa, el director de esta organización, Yuri Armas, expuso cifras alarmantes provenientes de fuentes policiales oficiales: 27.39 homicidios por cada 100 mil habitantes en lo que va del año.
Esta estadística ubica a Virú por encima de otras zonas históricamente violentas, y enciende las alertas sobre el avance del crimen organizado en esta provincia eminentemente agrícola.
Cifras alarmantes
“Estamos ante una situación extremadamente preocupante. La violencia ha escalado a niveles nunca antes vistos en Virú. La ciudadanía vive con temor, y los agricultores, comerciantes y transportistas están siendo víctimas constantes de amenazas y extorsiones”, expresó Armas.

Incremento de extorsiones
El representante de ADAS también advirtió sobre el crecimiento desmedido de las denuncias por extorsión, fenómeno que, según explicó, responde a un proceso de migración delictiva. “Muchos de los delincuentes que operaban en Trujillo y Pataz están trasladando sus actividades hacia Virú, ante los operativos e intervenciones en esas zonas”, señaló.
Este desplazamiento delictivo ha generado un incremento notable de los actos de intimidación contra empresarios del agro, microempresarios, mototaxistas y pequeños comerciantes, quienes muchas veces no denuncian por miedo a represalias.

Alarmante participación de menores
Otro dato que causa preocupación es el alto número de menores de edad involucrados en actividades criminales. Según información brindada por Armas, del total de 146 internos que actualmente se encuentran en el centro juvenil de diagnóstico y rehabilitación conocido como “Exfloresta”, 99 son adolescentes provenientes del distrito de Chao, una de las zonas más pobladas de Virú.
“Estamos viendo cómo nuestros jóvenes, en ausencia de oportunidades y protección, están cayendo en manos de organizaciones criminales. Es urgente que el Estado actúe no solo con presencia policial, sino también con programas de prevención, educación y desarrollo”, enfatizó el titular de ADAS.





