Escribe: Eduardo Zafra
Como dice el dicho: hecha la ley, hecha la trampa. Con la llegada de nuevas tecnologías bancarias, han llegado también nuevos métodos de estafa. El más común, el denominado “Yape Falso”; una modalidad de estafa que se venía dando desde años atrás, sin embargo, ahora parece haber evolucionado, e incluso se ofrece este aplicativo de modo abierto en las redes sociales.
Este tipo de aplicativo es cada vez más avanzado y más común, y ha logrado un engaño casi perfecto, afectando así, principalmente, a pequeños negocios como bodegas, minimarkets y comerciantes. Estos aplicativos son ofertados a través de redes sociales, como pudimos comprobarlo desde Trujillo.
Tal es así, que existe un grupo de compra-venta de este servicio de «Yape falso» en Facebook.
Así funciona
Para entender bien este tipo de servicios de “Yape Falso”, Conexión Norte pudo entrar a uno de los tantos grupos donde se ofrece el aplicativo bancario falsificado, y contactar a uno de los proveedores de este servicio. Según información proporcionada por el mismo proveedor, de la página denominada «Yape Fake Perú 3.5», esta nueva aplicación para estafas cuenta con reconocimiento de QR, mensajes de texto, interfaz personalizada idéntica al aplicativo original, entre otras características.
“La nueva aplicación mejorada trae consigo personalización tanto de contraseña de Yape, historial de movimientos y las siguientes mejoras: Autocompletado de número para Yape y Plin, esto quiere decir que al poner el número, automáticamente te saldrá el nombre de la persona que es dueña del Yape. Además reconocer QR tanto de Yape, Plin o Izipay. Sirve para compras en tiendas, discotecas, grifos, supermercados y en línea”, explica el proveedor del servicio.
Aunque a algunos les parezca un acto inocuo, lo cierto es que no lo es. Es un delito. Tanto quien diseña como quien usa este tipo de aplicativos están cometiendo actos dolosos.
Aún más, los aplicativos ofertados dentro de estos grupos de ciberdelincuentes cuentan con 2 versiones. La versión básica cuenta con todos los servicios antes mencionados; sin embargo, esta versión tiene una fecha límite de un mes y medio para poder utilizar esta aplicación.
La versión VIP, por otro lado, no cuenta con esta fecha límite, pero además, cuenta con otros servicios como los SMS de confirmación, esto quiere decir que la persona que recibe el dinero, le llegará un mensaje alertando un nuevo “Yape”, aumentando así la credibilidad. Los precios de estos aplicativos son de 10 y 20 soles, respectivamente.
“El Yape VIP es permanente, o sea un solo pago y llegan las notificaciones. Figura en el monto de movimientos por 24 horas, así que no tendrás problema cuando haces los ‘yapeos’. Además, se te agrega a un grupo VIP de tu distrito o provincia para que uses al máximo Yape Fake. El de 10 soles, solo dura 1 mes y medio sin notificaciones”, nos indicaron.
Delito informático
Para entender mejor cómo funcionan este tipo de aplicaciones, nos pusimos en contacto con el ingeniero de sistemas Heber Abanto. Él nos explicó que este tipo de aplicaciones son creadas por terceros y diseñadas para emular la interfaz del aplicativo real y así generar la estafa.
Además, indicó que los desarrolladores de estas tecnologías utilizan un software que envía mensajes de texto para así aumentar la credibilidad del Yape; sin embargo, explicó, este mensaje no es de Yape, sino un simple mensaje de texto.
Aunque a algunos les parezca un acto inocuo, lo cierto es que no lo es. Es un delito. Tanto quien diseña como quien usa este tipo de aplicativos están cometiendo actos dolosos.
Para el abogado penalista, Alfredo Galindo, utilizar este tipo de aplicativos falsificados constituye los delitos de fraude informático, estipulado en el Código Penal con una pena privativa de la libertad no menor de cinco ni mayor de diez años; así como el delito de estafa que contempla una pena privativa de la libertad no menor de uno ni mayor de seis años.
Y, tal como este portal pudo comprobar, hay mucha gente adquiriendo este aplicativo de «Yape falso» y utilizándolo delictivamente.
