Mientras en Trujillo se debate judicialmente su situación legal y su posible retorno a la alcaldía provincial, tras ser suspendido por una sentencia por difamación, Arturo Fernández Bazán continúa en su campaña con miras a las elecciones presidenciales del año 2026. Esta vez, Fernández llegó a Cusco, donde se puso incluso traje típico y cumplió con actividades proselitistas con miras a su sueño presidencial.
Pero eso no fue lo principal. El suspendido alcalde de Trujillo habló sobre la situación del expresidente Pedro Castillo, quien hoy se encuentra en prisión preventiva por su fallido golpe de Estado, y sobre quien pesa distintas investigaciones de presunta corrupción.
«Si yo salgo como presidente de la República por el voto popular y con la decisión de Dios, al minuto que yo recibo la banda presidencial indulto a Pedro Castillo», dijo Fernández ante los cusqueños.
Al ser consultado si eso no era «oportunismo», declaró que lo hacía por «razón y lógica». Incluso remarcó que en Trujillo «no hay muchos militantes de Pedro Castillo». Aún más, consideró que no ve actos de corrupción en el hoy expresidente preso.
«Con meterlo preso (a Pedro Castillo) quieren tranquilizar a la derecha», añadió.
