La ciudad de Trujillo ha sufrido una nueva noche de terror, apenas tres semanas después de un ataque similar en la avenida Perú. Esta vez, el hecho ocurrió en la urbanización Las Quintanas, en la calle Lizarzaburu N° 710. A las 10:45 de la noche de este jueves se escuchó un estruendo que estremeció a la zona y los distritos aledaños. Una casa de cuatro pisos fue el blanco de este nuevo ataque criminal que deja en evidencia la forma en que la delincuencia ha superado al Estado.
Sin embargo, esta vez hubo rápidas acciones policiales y además del serenazgo, que ayudó a detener primero a dos implicados. Horas después, la Policía dio cuenta de un tercer detenido involucrado en este bombazo en la urbanización Las Quintanas, que ha afectado en total a 30 casas y dejado 12 heridos leves.
En la misma noche del jueves, apenas unos instantes después del estallido, el personal policial logró la detención de Nilton Ravello Ramos, de 19 años, así como de Everet Emilio Quintero Monasteridos, de 32 años y de nacionalidad venezolana. Ambos fueron intervenidos cuando intentaban fugarse, luego de detonar el artefacto explosivo en el frontis del inmueble ubicado en la calle Lizarzaburu, en Las Quintanas.
La Policía también incautó una moto de placa 4211-BT, la que aparentemente iba a ser utilizada para huir tras el ilícito, lo cual no pudo ser posible.
Fue por encargo de «Pelado»
Ambos detenidos confesaron detalles de su labor delictiva y señalaron que habían ejecutado la detonación del explosivo por encargo de Fabrizio Leiton Gutiperrez, alias «Pelado».
De este modo, horas después, agentes de la Divincri Trujillo capturaron a alias «Pelado», sindicado como el hombre que contrató a los mencionados sujetos para la colocación del artefacto explosivo. Se trata de un presunto integrante de la banda criminal «Los Cachacos del Padrino», facción de la organización criminal «Los Pulpos». Sí, otra vez los distintos tentáculos de «Los Pulpos».
Los dos primeros detenidos le indicaron a la Policía que fueron contactados por “Pelado” para consumar el hecho. Para ello, previamente realizaron un reconocimiento del lugar en horas de la mañana del jueves 4 de septiembre. Después de eso, ya tuvieron todo listo para encender una carga explosiva compuesta por treinta emulsiones de color blanco.
La PNP también dio a conocer que intervino un inmueble ubicado en urbanización Los Altos de Valle Sol, en Moche, que era utilizado como “base” de dicha banda criminal y donde momentos previos habían acopiado los explosivos para ser trasportados en un automóvil hasta el lugar de la casa detonada en urbanización Las Quintanas. En el interior del inmueble en Moche se hallaron diez cartuchos de emulsiones, entre otros objetos de interés para la investigación.
Trasfondo minero
El móvil de este nuevo atentado que ha conmocionado a Trujillo aún se encuentra en investigación; sin embargo, el general Guillermo Llerena, jefe policial de la región, reveló que la propietaria del inmueble afectado es Maura Sánchez Iparraguirre, quien se dedica a actividades mineras en la provincia de Pataz.
Llerena también indicó que ella no vive en dicho inmueble, pues se encuentra en Pataz por motivo de sus actividades mineras. Sin embargo, habría estado recibiendo amenazas de organizaciones que operan en la provincia minera.
El general remarcó que ya tienen los códigos de los explosivos, que se usan en obras de construcción civil, y perseguirán a los responsables de hacer llegar dichos artefactos. «Este atentado es una respuesta al control que estamos logrando en esa zona (de Pataz)», dijo
¿Qué dicen las autoridades?
Por su parte, el gobernador César Acuña manifestó sentirse «indignado y molesto» tras este nuevo atentado en la noche del jueves. La autoridad regional cuestionó al Ministerio del Interior y a la Policía por este hecho, y volvió a exigir estado de sitio y toque de queda.
El alcalde de Trujillo, Mario Reyna, también cuestionó al Gobierno Central por la situación. Demandó medidas más drásticas, jueces sin rostro y hasta pena de muerte.
