De «capricho» calificó Carlos Neuhaus, presidente de la Asociación de Centros Comerciales y Entretenimiento del Perú (ACCEP), la decisión de cerrar los centros comerciales Mall Plaza y Real Plaza. Además, calificó de algo «casi delincuencial», la insinuación del alcalde de que le ofrecieron una coima para no cerrar el centro comercial Mall Plaza.
Como se sabe, la gestión de Arturo Fernández decidió cerrar por 30 días los centros comerciales Mall Plaza y Real Plaza, por no cumplir con algunas medidas de seguridad.
Carlos Neuhaus, en entrevista para Canal N, dijo que es lamentable el comportamiento el alcalde porque así como ha cerrado los centros comerciales, «mañana puede ser una panadería, un restaurante, una peluquería».
Los afectados
Por otro lado, Neuhaus indicó que los afectados son, aproximadamente, 8000 trabajadores y 700 locales comerciales entre ambos centros comerciales. Además, señaló que los pequeños negocios son los principales perjudicados.
«El alcalde cree que está yendo contra los grupos grandes, pero quienes en verdad sufren son los pequeños comerciantes que tienen sus pequeños módulos, los que han hecho un esfuerzo por formalizarse y pagan sus impuestos y planillas», sostiene el también presidente del Partido Popular Cristiano (PPC).
«El alcalde cree que está yendo contra los grupos grandes, pero quienes en verdad sufren son los pequeños comerciantes que tienen sus pequeños módulos»
Se viola la ley
El presidente de la ACCEP recordó que existe la ley 31914, que regula los cierres de los establecimientos comerciales, universidades, etcétera, la misma que prohíbe cerrarlos si no hay peligro inminente a la vida y seguridad de las personas. «Ellos han inventado que hay un daño inminente», sostuvo el dirigente. Incluso en otro medio sostuvo que «si hacen algo que va contra la ley, que se atengan a las consecuencias».
Carlos Neuhaus argumentó que no hay ninguna razón para cerrar los centros comerciales en cuestión, pues han pasado infinidad de inspecciones de seguridad. «Ahora se les ha ocurrido que hay un peligro inminente. Es inconcebible que utilicen este argumento como peligro para la salud y la vida, cuando en los casi 18 a 20 años, no ha sucedido ningún percance que lamentar. Es un capricho», agregó.