La científica y académica Claudia Sheinbaum es la ganadora de las elecciones mexicanas 2024 y se convertirá en la primera presidenta de México en 200 años de historia democrática.
Se trata de la candidata del oficialismo, de la coalición Seguiremos Haciendo Historia, quien obtuvo entre 58% y 60% de los votos, unos 32 puntos por encima de su rival de Xóchitl Gálvez, según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE).
Nacida en la Ciudad de México el 24 de junio de 1962, Claudia Sheinbaum es hija de Carlos Sheinbaum Yoselevitz y Annie Pardo Cemo, ambos activistas durante el movimiento estudiantil de 1968.
Tiene una licenciatura en Física y posgrados en Ingeniería en Energía, por lo cual ha sido reconocida en el ámbito académico. Su enfoque en la enseñanza universitaria y su investigación sobre energías renovables y cambio climático son rasgos saltantes de su perfil.
pero Sheinbaum, además de ser una pieza clave del proyecto obradorista, se ha alejado de AMLO en circunstancias concretas.
El factor AMLO
Los antecedentes políticos de Sheinbaum indican que fue fundadora de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), ocupó el cargo de jefa de Gobierno de la Ciudad de México desde diciembre de 2018 hasta junio de 2023, siendo la primera mujer en ejercer este cargo. Antes de ello, se desempeñó como secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal y jefa delegacional en Tlalpan.
Ella se ha forjado en la política de la mano del actual presidente de México, Manuel López Obrador (AMLO). De hecho, la popularidad de AMLO explica parte de la holgura con que ganó Sheinbaum, que superó a Xóchilt Gálvez por más de 30 puntos porcentuales y será, probablemente, la candidata más votada de la historia, con más de 30 millones de votos.
Pero Sheinbaum, además de ser una pieza clave del proyecto obradorista, de la llamada Cuarta Transformación, es una rigurosa científica que ha aplicado sus laureadas investigaciones en políticas públicas y que se ha alejado de AMLO en circunstancias concretas.
Fue claramente así en su manejo de la pandemia del Covid-19, con la que se distanció de AMLO: mientras él desestimó la peligrosidad del virus, ella prendió alarmas; mientras él no usaba tapabocas, ella sí, y además promovía su uso.
Por ello, la capital mexicana tuvo una de las mayores tasas de vacunación a nivel internacional.