El triunfo no solo representa una hazaña para un país con limitada producción bovina, sino también un reconocimiento a la calidad de la raza Criolla Peruana, originaria de la costa norte del país. El jurado internacional, integrado por 95 sommeliers de carne y 240 catadores especializados, destacó el marmoleo natural, la ternura y el sabor profundo del corte trujillano, calificándolo como “la sorpresa de la noche”.
Empresarios locales
El productor Alfonso Rebaza González y el equipo de La Estampida recibieron el premio con emoción, conscientes de que este logro coloca a Trujillo en la élite de la gastronomía cárnica. “Nuestra ternera criolla puede competir con los mejores del mundo”, afirmó Marcos Rebaza, gerente del restaurante, al recibir el galardón.
La presencia de figuras como Gastón Acurio, Christian Petersen y María De Michelis subrayó la relevancia del evento, que situó a Trujillo como un nuevo referente gastronómico del continente. Con esta medalla, el Perú se suma oficialmente al mapa mundial de la carne premium.
“Este triunfo es más que un premio: es una declaración de identidad y un homenaje al trabajo de nuestros ganaderos”, concluyó Rebaza.
Trabajo dedicado
Detrás de esta victoria hay años de trabajo técnico y una apuesta por la identidad nacional. La Estampida ha desarrollado un modelo de crianza sostenible basado en pasturas naturales, granos seleccionados y un proceso de maduración controlada que resalta el carácter del producto peruano. Su filosofía: elevar la carne local al nivel de las más prestigiosas del mundo.
El reconocimiento también es un logro institucional. El Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) del MIDAGRI certificó la exportación de la muestra ganadora, garantizando su inocuidad y trazabilidad antes de su envío a Buenos Aires.
El Campeonato Mundial de Carnes, considerado el “Mundial del Asado”, evaluó los cortes a ciegas bajo tres criterios: terneza, jugosidad y sabor. Países como Argentina, Uruguay, Australia y Estados Unidos dominaron históricamente la competencia, pero esta edición demostró que la excelencia puede provenir de nuevos orígenes.
