La Municipalidad Distrital de Alto Trujillo incumplió con presentar ante el Ministerio del Ambiente (Minam) el Reporte Anual de Gestión de Residuos Sólidos correspondiente al año 2024, a través del sistema SIGERSOL, cuya fecha límite fue el 31 de marzo de 2025. Esta omisión se dio a pesar de que la entidad contó con una asignación presupuestal de S/ 1’125,000, de la cual ejecutó el 97,3 % en la actividad presupuestal “Gestión Integral de Residuos Sólidos”, según el portal de transparencia del MEF.
Esto fue detectado e informado por la Contraloría General de la República a través de su informe de acción posterior N.° 8443-2025-CG/PREVI-AOP.
Observaciones
El incumplimiento limita la disponibilidad de información oficial clave para planificar y supervisar la adecuada gestión de los residuos sólidos en el distrito. Esta situación compromete la trazabilidad de las actividades ejecutadas, impidiendo identificar deficiencias en la cobertura, frecuencia y disposición final de los residuos, y aumentando los riesgos sanitarios y ambientales, especialmente en zonas vulnerables.
El Sistema de Información para la Gestión de Residuos Sólidos (SIGERSOL) es una herramienta oficial del MINAM y OEFA que permite monitorear, planificar y tomar decisiones sobre el manejo de residuos a nivel nacional. Su uso es obligatorio para todas las municipalidades provinciales y distritales, las cuales deben designar formalmente a un responsable del reporte. La falta de registro obstaculiza la formulación de políticas públicas y la asignación adecuada de recursos en el sector ambiental.
Afectación
La omisión por parte de Alto Trujillo también limita las labores de fiscalización ambiental que realiza el OEFA, entidad que utiliza la información del SIGERSOL para planificar acciones de control y detectar focos de contaminación. Esta falta de reporte podría llevar a la municipalidad a ser incluida en inspecciones presenciales y eventualmente enfrentar procedimientos sancionadores por incumplimiento normativo.
Cabe señalar que Alto Trujillo, según el informe de la Contraloría, existen más de 160 hectáreas de suelos degradados, según el Inventario Nacional del OEFA. En este contexto, la falta de datos actualizados impide actuar oportunamente frente a problemas como la contaminación del suelo y cuerpos de agua, la proliferación de vectores transmisores de enfermedades como el dengue o la leptospirosis, y la emisión de gases contaminantes por descomposición incontrolada de residuos.
