La Policía Nacional del Perú halló 32 bolsas con droga sintética conocida como “tussi” en posesión de cuatro estudiantes del colegio Santa María, ubicado en el distrito de La Esperanza. Tras el hallazgo, las autoridades policiales han iniciado una investigación por una presunta red de micro comercialización dentro del plantel educativo.
El director del plantel expresó su profunda preocupación ante lo ocurrido y solicitó públicamente a los padres de familia autorizar la aplicación de exámenes toxicológicos a los escolares, con el fin de detectar posibles casos de consumo o manipulación de sustancias ilícitas, tanto dentro como fuera del colegio. “No podemos quedarnos de brazos cruzados. Esto pone en riesgo la integridad de todos nuestros estudiantes”, señaló el directivo.
Durante la intervención, uno de los escolares involucrados confesó haber adquirido una de las bolsas de droga por 20 soles a un compañero de cuarto grado. Esta declaración llevó a la Policía Nacional a intervenir el domicilio de uno de los implicados, donde se hallaron más dosis de la misma sustancia, fuera del ámbito escolar.
“Con el hecho que se ha dado ayer, no descarto que se estén vendiendo sustancias dentro del colegio”, advirtió el director.
Las autoridades presumen que los menores forman parte de una banda juvenil autodenominada “New School”, que estaría operando en la zona y dedicada a la distribución de esta peligrosa droga, también conocida como “cocaína rosada”.
La Fiscalía de Familia y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ya se encuentran involucrados en el caso, brindando el acompañamiento correspondiente y evaluando las medidas de protección para los menores. En tanto, las investigaciones continúan para determinar el origen de la droga, la posible participación de más estudiantes y la existencia de redes externas involucradas en la distribución.
“Con el hecho que se ha dado ayer, no descarto que se estén vendiendo sustancias dentro del colegio”, advirtió el director, quien ha pedido mayor presencia policial en los alrededores del plantel y apoyo psicológico para los estudiantes y sus familias.
Este caso se suma a una serie de episodios recientes que evidencian la creciente penetración del narcotráfico en entornos escolares, lo que ha generado preocupación entre padres de familia, autoridades educativas y la ciudadanía en general.