Escribe: Víctor López
Existe un dicho futbolero que asegura que se juega como se vive, pero en el caso de Piero Quispe podría decirse que juega como baila: es un tímido que se atreve, un jovencito que sabe que en algún momento bailará con la soltura y desfachatez así como manda el barrio. Todavía no es prolijo pero tiene pasta, sin saberlo -tarde o temprano- su cintura se meneará sola y sus pies se deslizarán en la pista de baile así como también naturalmente en su carrera futbolística empezarán a llegar más goles, más pases filtrados, caños (huachitas) y quizás hasta firuletes para la tribuna.
Pero mientras Pierito se convierte en Piero, tendrá que separarse de su familia por segunda vez: la primera ocurrió en el 2021 cuando tuvo que mudarse a Campo Mar U en plena pandemia y estuvo a punto de dejar Universitario de Deportes por decisión propia. En esta ocasión, Quispe se ha ido bastante más lejos: a ciudad de México para enrolarse en el club Los Pumas de la UNAM. Lejos de su familia nuevamente, sus seres queridos no son solamente su mamá, su papá y sus amigos del barrio, también lo es su perro Drako, del que se despidió entre lágrimas y ante la vista de todos sus vecinos antes de enrumbar al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez del Callao.
La joya de las canteras del equipo crema -en el fondo- todavía es un niño.
Mediocampista de buen pie
Piero Quispe tiene 22 años de edad y es un mediocampista ofensivo de buen pie para tocar el balón, y a pesar de ser ligerito sabe cubrir la pelota: tiene una jugada clásica que consiste en recibir libre de marca y girar hacia atrás para descolocar al rival con un movimiento corporal, por lo que es difícil quitarle la pelota -mayormente se la roban con falta- y cuando traslada lo hace con el balón pegadito el pie gracias a su técnica innata.
Este año -el tercero con Universitario- le sumó goles y asistencias a su juego, por lo que mejoró sus estadísticas al terminar la temporada con seis anotaciones y dos asistencias, además ser campeón nacional y ser elegido como el mejor futbolista del año en la Liga1 (Primera División Profesional de Perú).
A nivel de selección debutó en noviembre del año pasado en un partido amistoso ante Bolivia y este año ya participó de dos encuentros por Clasificatorias a la Copa Mundial de la FIFA Estados Unidos/México/Canadá 2026.
En tierras aztecas tendrá que hacerse hombre tal como lo entienden los machos mexicanos. La prensa local además suele ser bastante severa con los jugadores extranjeros.
México lindo
A Piero en México se le debe trabajar aún más el estado físico y la musculatura, porque como declaró alguna vez el entrenador uruguayo Jorge Fossati: “Piero pesa -a lo mucho- cuarenta kilos mojado y con ropa”. Fossati además le recomendó que hagas sus maniobras cerca del área grande y no en el centro del campo, porque en la zona donde queman las papas no se van a atrever a pegarle tanto.
México es un escenario en el que a Piero Quispe no se le van a aplaudir las insinuaciones o los típicos atrevimientos de un novato; en México se le exigirá que se consolide con más goles y más asistencias de gol. En tierras aztecas tendrá que hacerse hombre tal como lo entienden los machos mexicanos. La prensa local además suele ser bastante severa con los jugadores extranjeros.
Piero, cuando vuelva de México, podrá ser de todo menos tímido.