Escribe: Eliana Pérez Barrenechea
“Otorongo no come otorongo” es una máxima que se ha popularizado y grafica el comportamiento de encubrimiento e impunidad entre congresistas. La comisión de ética del Congreso de la República es la instancia en la que vemos esta performance de otorongos, dejando intactos a “mochasueldos”, a acosadores sexuales, a los que cobran gastos de representación que nunca usan, entre otras joyas.
Las noticias sobre “los otorongos” en las secciones de política y sobre “Los Pulpos” en las policiales no se distinguen. La actuación del Congreso aprobando la llamada “Ley procrimen”, Ley N° 32108, que exonera a las bandas delictivas de la categoría de crimen organizado y condiciona los allanamientos con presencia del abogado de los investigados, es una evidencia de que los “otorongos” son parte de la fauna a la que pertenecen “Los Pulpos” y “La Jauría”.
Mientras que unos atentan contra la vida y tranquilidad de las personas en las calles, los otros lo hacen desde una curul a punta de leyes que violan la Constitución, que privatizan nuestro futuro y lo hipotecan a las AFP, que hacen del Congreso una guarida despótica con la captura de instituciones como el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General de la República, Ministerios, entre otras.
En los próximos días se viene otro zarpazo de otorongo, cuando Boluarte promulgue la ley que le quita al Ministerio Público la facultad de liderar las investigaciones de los delitos y se las dé a la Policía Nacional
No perdamos de vista a quienes mueven los hilos del poder en el Perú desde Congreso: los Fujimori, los Acuña, los López-Aliaga, los Cerrón, los Luna, instrumentalizando a Boluarte, manteniéndola en el cargo ficticio y sin legitimidad de la Presidencia de la República, a costa de la vida, la paz y la economía de las familias peruanas.
Mil 311 homicidios por sicariato cometidos entre enero y agosto de este año dan cuenta del avance de las organizaciones criminales gracias a sus pares en el Congreso y a un gobierno que refrenda todas las leyes prodelincuencia. Todo vale a cambio de seguir en el poder y manipular las próximas elecciones para que sigan controlando las instituciones y burlándose de la justicia.
Aunque la tiranía ha desmovilizado al pueblo y silenciado sus demandas políticas, hoy la amenaza a la vida parece estar despertando una movilización creciente, que se ha planteado como primer punto la derogatoria de la ley procrimen N° 32108, pero que Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Renovación Popular, Perú Libre, Podemos, Avanza País, Acción Popular, Honor y Democracia, Somos Perú y Bloque Magisterial defienden con garras, impidiendo incluso el debate del proyecto de ley que propone su derogación, presentado por la congresista Ruth Luque. Otorongo no come otorongo, pues.
En los próximos días se viene otro zarpazo de otorongo, cuando Boluarte promulgue la ley que le quita al Ministerio Público la facultad de liderar las investigaciones de los delitos y se las dé a la Policía Nacional, institución afectada estructuralmente por la corrupción y la negligencia. Esperemos que esta movilización crezca y no ceda ante la ley de terrorismo urbano, un engaña muchachos, para mantener la norma que resguarda sus pellejos.