sábado, julio 6, 2024
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José Watanabe: su padre, los haikus, Laredo y una lotería

Un día como hoy, en 1945, nació en Laredo (Trujillo) José Watanabe Varas, considerado uno de los autores con una de las obras poéticas más bellas de la poesía peruana.

José Watanabe nació en la ciudad azucarera de Laredo, el 17 de marzo de 1945. Su padre fue Harumi Watanabe, inmigante japonés que llegó al Perú a trabajar en las haciendas de algodón y caña de azúcar. Su madre fue Paula Varas Soto, nacida en el Valle Chicama.

El antecedente artístico de José es su propio padre quien era un artista que estudió pintura en Japón y era amante de los libros. Fue justamente él quien trajo libros de haiku, poesía japonesa, que luego influyó en la poesía de José Watanabe.

La infancia de Watanabe fue humilde, hasta que la suerte los sorprendió. En 1956 el padre ganó el premio mayor de la lotería de Lima y Callao. Eso los llevó a trasladarse a Trujillo. En el colegio San Juan, José estudió la secundaria. Aquí escribió dos de sus primeros poemas que fueron publicados en la revista del mismo centro educativo.

Luego, José Watanabe migró a Lima con parte de su familia y empezó a estudiar Arquitectura, carrera que dejó a los dos años.

En 1970 ganó el importante premio “Poeta Joven del Perú”, con su poemario “Álbum de familia”, el cual vio la luz el siguiente año.

El Laredo de su infancia se convirtió en un elemento fundamental en su poesía tan particular. El contacto con la naturaleza y los habitantes de esta tierra le ofrecieron el insumo para su honda poesía.

En 1989 publicó su poemario “El Huso de la Palabra”, elegido como el más importante de la década del 80 según una encuesta de la revista “Debate”. También publicó “Historia natural”, “Cosas del cuerpo”, “Habitó entre nosotros”, “La piedra alada” y “Banderas detrás de la niebla”. Además, fue un enorme cultor de la literatura infantil y el guion cinematográfico.

Watanabe es una de las voces más propias entre los poetas peruanos del 70, una generación caracterizada por sus experimentos con el coloquialismo, su ruptura con la tradición poética peruana anterior a ellos, y su radicalismo ideológico.

En 1994 se operó en el Hospital Neoplásico de Lima donde se le extirpó la mitad de su pulmón, debido a que ya había sufrido de cáncer a este órgano. En el 2007 le descubrieron un cáncer al esófago y el 25 de abril de ese año falleció.

Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol…
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardián del hielo.

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