Pese a que días atrás había negado tajantemente haber defendido alguna vez, como abogado, a policías ligados a organizaciones criminales, una investigación periodística reveló el último domingo que el ministro del Interior, Juan José Santivañez, ejerció la defensa legal de Miguel Marcelo Salirrosas, conocido como «El Diablo», y Eber Juárez, en un caso que vinculaba a ambos policías a la banda «Los Pulpos». Ambos habían sido condenados por ello.
El titular de la cartera del Interior argumentó en el programa Panorama que la defensa de ambos policías fue asumida debido a que, bajo su criterio, habían sido condenados con pruebas insuficientes y sin fundamento.
“Yo nunca he defendido delincuentes. He defendido a personas que consideramos inocentes, basándonos en informes legales de expertos”, afirmó Santiváñez.
En ambos casos, Santivañez asumió la defensa legal buscando la nulidad de la sentencia a través del Tribunal Constitucional. Aclaró que tras asumir como ministro del Interior se ha desvinculado totalmente de dicha defensa legal.
Los policías fueron condenados a 22 años y 7 meses de cárcel. Y fue aquí que entró a tallar Juan José Santiváñez, quien asumió como abogado de ambos efectivos, en un recurso de hábeas corpus que interpusieron ante el TC.
La historia de los policías y «Los Injertos de K & K»
Los policías aludidos fueron detenidos en agosto de 2016 en un megaoperativo llevado a cabo de manera simultánea en el distrito de El Porvenir y en tres penales de Trujillo y Lima.
Según la investigación del Ministerio Público, los agentes integraban la organización criminal “Los Injertos de K&K”, que fusionó a remanentes de “Los Pulpos”, “La Nueva Jauría” y “Los Nerds”.
Según la investigación judicial, el suboficial Miguel Marcelo Salirrosas, conocido como “Diablo”, quien laboraba en el Departamento de Patrullaje a Pie (Deppapie), prestaba apoyo a Erika Sindi Gómez Arteaga, alias “Gorda Erika”, para lograr apropiarse de terrenos de manera ilícita.
Existen, incluso, audios de la conversación telefónica realizada el 6 de junio de ese año, en los que “Gorda Erika” le pregunta al suboficial si la va «a apoyar para que boten a la señora del terreno”. Ellos se comunican 388 veces de acuerdo a las investigaciones realizadas por la Fiscalía.
Los policías fueron condenados a 22 años y 7 meses de cárcel. Y fue aquí que entró a tallar Juan José Santiváñez, quien asumió como abogado de ambos efectivos, en un recurso de hábeas corpus que interpusieron ante el TC contra los integrantes de la Tercera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad.
Juan José Santivañez se encuentra hoy fuera del país, pese a que la Fiscalía ha pedido su impedimento de salida del país, por otro caso en el que se le investiga.