Petroperú ha confirmado que el proyecto de modernización de la refinería de Talara (PMRT) ha resultado ser un despropósito, pues se ha convertido en la inversión pública más costosa en la historia del Perú. A pesar de la insistencia de sus promotores en su supuesto valor «estratégico», el proyecto ha acumulado un costo que supera los US$6.500 millones, excediendo en US$600 millones la cifra informada en los estados financieros auditados de Petroperú para el año 2022.
Desde el inicio de la construcción en 2014, el costo del PMRT ha aumentado continuamente, llevando a Petroperú a endeudarse para su financiamiento, advierte El Comercio en una reciente editorial. Este incremento desmedido plantea interrogantes sobre la compensación económica que la refinería proporcionará y por qué una empresa pública con problemas de incompetencia asume riesgos financieros tan significativos.
“Hablamos de un proyecto que no está destinado a cerrar ninguna brecha importante en educación, salud o infraestructura, que son muchísimo más prioritarias para el país”, señala El Comercio.
La situación se agrava, ya que, según expertos, el gobierno evalúa otorgar un nuevo aporte de capital de US$2.250 millones a Petroperú, posiblemente para cubrir pasivos y deudas con proveedores.
Esta decisión genera preocupación, dado el estado precario de la empresa, con lotes abandonados y deudas pendientes. De acuerdo con El Comercio, la historia de la refinería de Talara es “un error por el que nadie se hará responsable”.