Justo cuando Donald Trump ha decidido retirar a sus delegados de las conversaciones políticas con Caracas, y se corre el riesgo de un desenlace armado, Venezuela se despertó hoy viernes con la inesperada y buena noticia de que el Premio Nobel de la Paz ha sido otorgado a María Corina Machado.
María Corina Machado, caraqueña de 58 años, es la opositora del gobierno de Nicolás Maduro. El comité del Nobel la ha elegido “por su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
La opositora está en la clandestinidad desde finales de agosto del año pasado, a causa de la represión desatada por el régimen de Nicolás Maduro tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que ella apoyó la candidatura de Edmundo González Urrutia.

Un guiño a Trump
Al anunciar el galardón, el presidente del comité, Jorgen Watne Frydnes, señaló que como líder del movimiento democrático en Venezuela, Corina Machado es “uno de los ejemplos más extraordinarios” de coraje civil en América Latina en los últimos tiempos. “Machado ha sido una figura clave y unificadora en una oposición política que alguna vez estuvo profundamente dividida, una oposición que encontró un terreno común en la demanda de elecciones libres y un gobierno representativo”, manifestó Frydnes.
«Estamos en el umbral de la victoria, y hoy, más que nunca, contamos con el presidente Trump»
“Este es un inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos, es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la libertad”, ha afirmado Machado en la red social X. Pero no solo eso. Le ha hecho un guiño a Trump: “Estamos en el umbral de la victoria, y hoy, más que nunca, contamos con el presidente Trump, el pueblo de los Estados Unidos, los de América Latina y las naciones democráticas del mundo, como nuestros aliados”.
El Gobierno de Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre la concesión de este tremendo galardón a su principal piedra en el zapato. Más bien, sigue organizando sus posiciones militares a lo largo y ancho del territorio venezolano.





