La flamante representante de la Defensoría del Pueblo en La Libertad, María del Carmen Olórtegui, recibió una serie de críticas desde que asumió el cargo hace más de dos semanas. Precisamente, en respuesta a los cuestionamientos, Olórtegui salió al frente. Según mencionó, su nombramiento no requiere tener título de abogada, pues el cargo que ocupa corresponde a un puesto de confianza, con un perfil distinto al de los Defensores del Pueblo tradicionales, que sí deben ser abogados.
Responde
«Los jefes de las Oficinas Descentralizadas de la Defensoría del Pueblo no tienen que ser abogados. El perfil de mi puesto no es igual al del Defensor del Pueblo, quien tiene que ser abogado. Yo soy representante del Defensor del Pueblo para atender los casos de toda la región, porque hay muchas necesidades y lo estoy asumiendo de manera proba», indicó Olórtegui.
La titular de la Defensoría en La Libertad también aprovechó la oportunidad para aclarar que su nombramiento no responde a influencias políticas, especialmente del gobernador de La Libertad, César Acuña, como algunos han sugerido.
Sin experiencia en sector público
A pesar de las críticas por su falta de experiencia en el ámbito público, Olórtegui defendió su idoneidad para el cargo. Señaló que en el perfil del puesto se menciona que la experiencia puede ser en instituciones tanto públicas como privadas. «No he trabajado antes en la gestión pública, pero el puesto requiere experiencia en instituciones afines, que pueden ser tanto públicas como privadas», explicó.
Olórtegui, quien es conocida por su destacada carrera como ocho veces campeona de marinera, dejó claro que no tiene intención de renunciar al cargo, pese a las constantes críticas. «¿Por qué tendría que renunciar? Hay un trabajo que se va a hacer, eso ante las críticas. La Defensoría del Pueblo es amplia y nosotros nos debemos al pueblo», añadió.