Mario Reyna Rodríguez juró como nuevo alcalde de Trujillo. Lo hizo en presencia de alcaldes distritales, dirigentes vecinales, autoridades regionales y militantes de su partido Somos Perú. El gran ausente fue César Acuña, gobernador regional de La Libertad. Así empezó la gestión del otrora primer regidor y amigo de Arturo Fernández Bazán, sentenciado y suspendido alcalde.
Juramentación
La ceremonia se realizó en el Salón Consistorial de la Municipalidad Provincial de Trujillo, desde donde hicieron oídos sordos a la veintena de seguridores violentos de Fernández Bazán, quienes demandaban el retorno de su «loquito».
Sin embargo, no consiguieron nada. Mario Reyna se colocó la banda de alcalde y asumió las riendas de Trujillo. En sus primeras declaraciones, aseguró que el mejoramiento de las pistas será una prioridad. Asimismo, marcó distancia con el partido fundado por César Acuña.
“Yo no tengo vinculación con el partido Alianza para el Progreso, trabajé de joven en esta municipalidad y en aquel entonces estaba el partido de Alianza para el Progreso”, indicó.
El alcalde, en otro momento, afirmó que este martes presentará a sus funcionarios de confianza. En tanto, evalúan la designación del gerente municipal.
“Habrán cambios y recuerden que aún falta designar a más gerentes porque actualmente uno tiene a su cargo varias subgerencias. Los vamos a presentar y tomen nota y consulten públicamente quiénes son y si están en la capacidad de asumir el cargo, esto el día martes”, aseguró.
En su mensaje final, Mario Reyna, aseguró que buscarán el diálogo con las autoridades locales y regionales.»Hay que estrecharnos la mano y recuperar Trujillo», añadió.