Mario Vargas Llosa, el último sobreviviente del Boom Latinoamericano, y premio Nobel de Literatura 2010, falleció a los 89 años en Lima.
La triste noticia fue comunicada por sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana Vargas Llosa por medio de un comunicado.
Vargas Llosa falleció “rodeado de su familia y en paz”, informaron sus hijos. Se desconocen las causas de la muerte del insigne escritor. En sus últimas apariciones públicas, sus admiradores mostraron su preocupación por su inevitable deterioro físico.
“Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja detrás suyo una obra que lo sobrevivirá”, también señalaron en el comunicado.

No habrá homenajes
La familia Vargas Llosa apeló al respeto de todos para preservar la privacidad que necesitan en este momento.
Los restos del nobel peruano serán incinerados, y no habrá ninguna ceremonia pública, según su propia voluntad. “Procederemos en las de los próximas horas y días de acuerdo con sus instrucciones”, precisaron sus hijos.
El retorno del escritor peruano a lugares emblemáticos donde se ambientan sus novelas, fue interpretado como una despedida. El extinto bar La Catedral, el colegio militar Leoncio Prado, las Cinco esquinas, tuvieron el privilegio de ver sus últimos pasos.
Uno de los últimos homenajes se lo hizo el colegio militar Leoncio Prado, ubicado en el Callao. Y fue significativo porque allí el peruano universal pasó parte de su juventud y mostró sus primeros indicios de lo que después sería su gloria como escritor.
Se cuenta que en el Leoncio Prado, un adolescente Vargas Llosa escribía cartas de amor por encargo para sus compañeros de cuarto. En este mismo recinto, un grupo de cadetes formó las iniciales del Nobel, mientras un dron sobrevolaba el recinto. Una despedida a su medida.