El terror se desata en La Libertad. La Policía y el subprefecto de la localidad de Cachicadán, en la provincia de Santiago de Chuco, desarrollaron una diligencia en el centro poblado de Ingacorral. La alerta fue sobre el hallazgo de un cuerpo sin vida. Presentaba signos de tortura y tenía una inscripción en el cuerpo que decía: «Por no pagar completo».
La víctima ha sido identificada como Santos Sánchez Vera, el empresario secuestrado hace seis días en el distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión.
Para la Policía, son dos las organizaciones criminales que estarían implicadas en el secuestro: «Los Pulpos» y «El Tren de Aragua». Como se sabe, los criminales, previamente, acabaron con la vida de los amigos del empresario: Edgar Vega Torres y Roger Paredes Aguilar.
El caso
La organización criminal «Los Pulpos» o «El tren de Aragua» han demostrado su alto poderío en la actividad de la minería ilegal en la provincia de Pataz. La víctima, precisamente, había ampliado sus labores en esta provincia y también en Huamachuco, capital de Sánchez Carrión.
Los secuestradores le exigieron a la familia que evite todo contacto con la Policía y paguen el rescate de inmediato. le exigían $ 10 millones.
El último jueves, estando en Pataz, Santos Sánchez abordó su camioneta Ford y pidió que lo trasladen a Trujillo. Edgar y Roger lo acompañaron. Según fuentes policiales, las amenazas contra el empresario eran recurrentes, pero nadie de su entorno creyó en este desenlace.
Ese mismo día, la Policía ubicó la camioneta en la carretera de penetración a la sierra liberteña, justo a la altura de la localidad de Quirihuac, en el distrito de Laredo. Sin embargo, se presume que el secuestro ocurrió en el sector La Arena del distrito de Huamachuco. En inmediaciones de este lugar, los agentes de la División de Investigación Criminal (Divincri) de la Policía encontraron sin vida a Edgar Vega Torres y Roger Paredes Aguilar.
Comunicado
Los secuestradores le exigieron a la familia que evite todo contacto con la Policía y paguen el rescate de inmediato. Nunca antes, en la provincia de Trujillo, se había exigido 10 millones de dólares por liberar a una persona secuestrada.