La noche del 15 de octubre, cuando mataron a Mauricio Ruiz Sanz, Truko, Renato Ríos recibió un disparo mientras perseguía al asesino de su amigo. Los médicos le extrajeron una esquirla y no puede mover un dedo meñique.
Al día siguiente, Luis Magallanes dijo en su declaración que realizó un solo disparo. Sin embargo, el testimonio de Ríos y un nuevo video obtenido por el diario La República, indican que hubo al menos cinco disparos.
Eran las once de la noche del fatídico día. Los jóvenes se estaban retirando. Habían permanecido en la primera línea de protesta. “Escuchamos el primer plomazo. Mauricio cae”, relata Ríos. En ese momento, un hombre de civil, armado, corría hacia Camaná y Renato Ríos lo siguió.
“Yo lo sigo por Camaná. Cuando estoy por alcanzarlo, voltea y dispara”, sostiene Ríos. No logra alcanzarlo. No se sabe dónde terminó ese proyectil.
«Yo no conocí al chico, pero quién sabe, el disparo pudo caerme a mí. Aunque tengo temor, lo hago por justicia»
Cinco balazos
Ya en avenida Uruguay, ocurre otro disparo. Ríos siente ardor en la mano. “Miro y estoy sangrando”, dice. Un grupo de personas le exigió a la Policía que trasladen al herido. Lo llevaron al Hospital Loayza, donde le retiraron la esquirla metálica.
Sin embargo, la secuencia de disparos no termina ahí. Hay un tercer testigo que no participaba en la protesta, pero grabó el tramo siguiente. El registro, de siete segundos, fue tomado en la cuadra 11 de avenida Garcilaso de la Vega.
Ahí se puede observar al mismo hombre de civil corriendo y disparando hacia atrás. No hay agresión física inmediata en el instante del fogonazo. Este disparo corresponde a un momento posterior al traslado de Rento Ríos al hospital.
El testigo había avanzado desde Plaza Francia hacia jirón Camaná y luego hacia avenida Uruguay, donde encontró el paso bloqueado por la Policía. Para evitar el cordón, tomó el pasaje que conecta con Garcilaso. En ese punto escuchó lo que creyó que era una bomba lacrimógena. Al ver a personas correr hacia él, decidió sacar su teléfono y grabar.
“Yo no conocí al chico, pero quién sabe, el disparo pudo caerme a mí. Aunque tengo temor, lo hago por justicia”, declara. Afirma que no sabía que el hombre armado era un policía; solo vio a “una persona armada” en huida y a otra persiguiéndolo a pocos metros. En su registro se escucha una voz que grita: “¡Está armado, ha disparado a un manifestante!”
El video confirma al menos un disparo más después del traslado de Ríos al hospital, es decir, un quinto tiro.

Sospechosa movida
El 30 de octubre, la Tercera Fiscalía Supraprovincial dispuso desacumular el caso que contiene a la lesión de Renato Ríos y abrir una carpeta fiscal independiente.
Es decir, este caso es separado del caso principal que es la muerte de Truko. Con la separación de los casos, el disparo a Ríos deja de ser analizado junto al que mató a Trvko.
El abogado Carlos Rivera sostiene que esto fragmenta la investigación y afecta la comprensión de la secuencia completa de disparos realizada por Magallanes.
Según La República, a casi un mes de lo ocurrido, Renato Ríos aún no ha sido citado a rendir declaración fiscal, pese a ser el único herido directo en esa persecución.





