Un grupo de trabajadores cumplió con esta jornada preventiva que se replicó en diversas ciudades del Perú para exigir un real aumento de sueldos y mejores condiciones laborales.
Los sueldos no alcanzan
Con carteles en mano y arengas de protesta, los empleados denunciaron que sus remuneraciones no se ajustan al alto costo de vida y que llevan meses solicitando un reajuste sin obtener respuesta.
“Nuestros sueldos no alcanzan para cubrir la canasta básica familiar. Somos la fuerza que mueve esta empresa y merecemos un pago justo”, Néstor Chunga, uno de los representantes sindicales.
Según informaron los dirigentes, si la empresa no presenta una propuesta concreta, iniciarán una huelga indefinida el próximo 24 de noviembre, medida que afectaría la producción y distribución de bebidas en todo el país.
“Estamos cansados de promesas. Si no hay diálogo real, paralizaremos nuestras labores en todo el territorio nacional. Más de 1,200 trabajadores se sumarán a esta medida de fuerza”, advirtió el portavoz del sindicato.

No les hacen caso
Los manifestantes acusan a la Corporación Lindley de ignorar sus demandas salariales y de no respetar acuerdos previos de negociación colectiva. Además, señalan que mientras las ventas y ganancias de la empresa continúan en aumento, sus sueldos permanecen estancados desde hace años.
En el plantón también participaron familiares y excolaboradores, quienes pidieron la intervención del Ministerio de Trabajo para garantizar que se abra una mesa de diálogo.






