Esta semana la ciudad de Trujillo vivió otra escena de horror derivada del crimen. Luis Anticona Gutiérrez, de tan solo 23 años, quien laboraba en el área de limpieza pública de la Municipalidad de Víctor Larco Herrera, fue cruelmente asesinado y esa imagen fue difundida en video a manera de mensaje de advertencia.
Luis Anticona era un joven alegre, muy querido por su familia, que soñaba con convertirse en abogado, según han contado sus parientes.
Pero este sueño fue truncado de la forma más cruel. El sábado pasado, tras culminar su jornada laboral, desapareció luego de abordar un taxi con rumbo desconocido. Horas después, comenzó a circular por WhatsApp un video en el que se mostraba cómo era asesinado de un disparo en la cabeza.
Como si fuera poco, los criminales exigieron 20 mil soles a su familia a cambio de entregar el cuerpo, sumiendo a sus seres queridos en la desesperación. A ellos, entonces, solo les quedó velar una fotografía del joven.
En la Policía consideran que el asesinato responde a una disputa entre bandas, pero su familia defiende el argumento de que su hijo no tenía implicancia alguna en este tipo de cuestiones.
En el horrendo video distribuido, sin embargo, se puede escuchar una advertencia de los criminales que ejecutaron al joven. El mensaje era dirigido a «La Nueva Jauría», a quienes les advertían que así serían ejecutados ellos también.
Este mensaje ha hecho considerar a la Policía la posibilidad de que detrás del cruel asesinato haya una disputa de bandas delictivas.
El miércoles se reportó el hallazgo de un cuerpo descuartizado y calcinado en Alto Moche, cerca de la planta de agua de Chavimochic. Horas más tarde, peritos de criminalística confirmaron que se trataba de Luis.
¿Qué hay detrás de todo?
Lo que se ha podido conocer es que un pariente de Luis había sido extorsionado, frente a su casa. El joven, según señalan fuentes del entorno del barrio en el que vive, habría dicho que podía interceder con algunos conocidos suyos de la banda delictiva mencionada en la advertencia del video.
En la Policía consideran que el asesinato responde a una disputa entre bandas, pero su familia defiende el argumento de que su hijo no tenía implicancia alguna en este tipo de cuestiones y que solo ha sido una víctima de la delincuencia.
Su familia, finalmente, y con todo derecho, clama justicia para que el crimen no quede impune, mientras la población exige que los responsables enfrenten todo el peso de la ley.





