Escribe: Víctor López
En setiembre del año 2015, el canal Globo Esporte de Brasil emitió un reportaje especial dedicado a Milton Mendes, quien por entonces era el director técnico del Club Atlético Paranaense. En aquella nota televisiva, a Mendes se le definió como “un hombre de trato familiar”, “irreverente”, “un poco vanidoso” y “que muestra simpatía cuando se le trata de manera cercana”.
Cuando se le preguntó al entrenador acerca de cómo era su trato con sus jugadores, respondió que “muestro por ellos la misma preocupación que tendría por un padre o por un hermano”, que esa era su forma de ser.
Pero más allá de descripciones propias y ajenas, lo evidente fue su temperamento fuerte y su mirada fija al momento de responder preguntas a los periodistas. Mendes dio la impresión de ser crudamente honesto, que no se guarda nada, que no tiene reparos en dejar aflorar sus emociones y que al mismo tiempo no deja de ser amigable. Es un tipo frontal, con el ceño fruncido o con una sonrisa de oreja a oreja.
A continuación repasaremos tres anécdotas de la carrera de Milton Mendes, el nuevo director técnico de Carlos A. Mannucci que ya está en Trujillo. Estos tres episodios son una clara muestra de su personalidad.
Mendes versus Rodrigo
En el Brasileirao 2017, el Vasco da Gama dirigido por Milton Mendes enfrentó al Ponte Preta, equipo que contaba en sus filas con el defensor central Rodrigo Baldasso, ex jugador de Vasco, equipo con el que había conseguido cuatro títulos en los tres años anteriores.
Al final del partido entre Vasco y Ponte Preta, Rodrigo se encontraba en el centro del campo intercambiando abrazos y buenos deseos con dos de sus ex compañeros cuando de pronto apareció Mendes y lo jaloneó del brazo, ante lo que recibió un empujón de parte del jugador.
Mendes fue en busca del boca a boca, ante lo que el asistente del Bahía volteó a responderle, cuando de repente Mendes le dio un cabezazo en el pómulo derecho que casi agarra nariz.
Mendes declaró posteriormente que lo único que él hizo fue llamar a sus jugadores, pero Rodrigo señaló que Mendes le dijo “Debe dolerte no seguir en Vasco (da Gama)”, ante lo que le propinó dos empujones más y además hundió los toperoles de su botín en el pie derecho de Mendes. Luego de ser separados, ambos se dirigieron a la zona de los vestuarios y en el pasillo -según Rodrigo Baldasso- Mendes le dijo “hijo de puta, yo te saqué de aquí (Vasco da Gama)”.
El lío llegó hasta los tribunales de justicia por una demanda que Mendes interpuso contra Baldasso, causa que luego de tres años ganó el entrenador, recibiendo por ello una indemnización económica y el pago por los gastos de su abogado.
Mendes versus un asistente del Bahía
En la Copa del Nordeste 2016, Mendes estaba al mando del Santa Cruz FC cuando le tocó enfrentar en condición de visitante al Esporte Clube Bahía por el Grupo C de dicho certamen. En un momento del partido se produce un reclamo desesperado de los jugadores del Bahía contra el árbitro del partido: le reclamaban airadamente que expulse a un jugador contrario, lo que provocó que ambos bancos de suplentes se levantaran a protestar contra el cuarto árbitro, quien se vio rodeado sin posibilidad de escapar.
En medio del caos generalizado, un asistente del Bahía le hizo un gesto de desprecio con el brazo a Milton Mendes para luego darle la espalda. Mendes fue en busca del boca a boca, ante lo que el asistente del Bahía –tablero en mano- voltea a responderle, cuando de repente Mendes le dio un cabezazo en el pómulo derecho que casi agarra nariz.
El asistente del Bahía tuvo que ser contenido por cinco jugadores de su equipo, mientras Mendes se retiró caminando despacio y con toda tranquilidad hacia su zona técnica, siendo abucheado ferozmente por la hinchada local. Mendes ni se inmutó.
Mendes y el masajista
Catatau es el masajista histórico del Santa Cruz FC, un personaje dentro del club y una persona muy querida por la hinchada del equipo también conocido como “La Serpiente de Coral”. Durante un partido, Milton Mendes le hizo un fuerte reclamo a Catatau al borde de la cancha ante la vista de todos. Fueron gritos desaforados, con los brazos abiertos y mostrándole los puños.
Minutos después, Mendes lo abrazó y le besó la cabeza a manera de disculpas. Catatau lo abrazó sonriendo y le dio unas palmadas en el pecho. Asunto resuelto.
La personalidad de Milton Mendes no pasa desapercibida, lo que en Brasil le ha hecho ganar adeptos y detractores, uno de estos últimos el ex seleccionado Denilson, quien considera que Mendes “no es ningún santo”. Pero más allá del bien y del mal, la misión de Mendes en Mannucci será salvarlo del descenso y seguramente será a su estilo: por las buenas o por las malas.
