Escribe: Jorge Flores Chávez
En Airport, la propuesta primigenia de Jara hecha en Nostalgia de barro, se torna orgánica; pues está encaminada en el mismo sentido, pero basado en la asimilación cultural; es decir, pasa de la denuncia a la acción, al compromiso y propone transformar las taras que nos dejó la conquista a partir del sano proceso de transculturización que se nutre de nuestras raíces ancestrales. Todo el poemario está pletórico de los dilemas existenciales que sufre este nuevo hombre peruano que muchas veces emigra en búsqueda de nuevos horizontes culturales y económicos.
Robert Jara, en Airport, hace de sus palabras el primer ladrillo de una metáfora conceptual. Trabaja con ideas e imágenes visuales que se refuerzan mutuamente. Fiel a Vallejo, su padre espiritual, le ha agregado a sus palabras el ritmo interno; un vehículo de emociones humanas que permiten la sana fusión de donde brota la polisemia que todo buen poema debe tener para vencer al tiempo; inexorable decantador de la buena y la mala poesía.
Presumo que estamos ante una poesía que por mucho tiempo estará vigente porque este proceso de fusión estética no es fácil de lograr, pues no solo se necesita una sensibilidad especial para generarla y otra para entenderla, sino porque el horizonte de expectativas juega a su favor. Zimmermann, cita a Jauss para fundamentar el concepto de horizonte de expectativas “se necesita de tres factores para determinar su estructura: “(…) por las normas poéticas propias de cada género literario; por las relaciones que aparecen implícitas en una obra con otras de algún período histórico; por la oposición entre la ficción de la obra y la realidad.”
En primer lugar, las normas poéticas de la producción de Jara son del vanguardismo que prioriza la idea o fondo antes que la forma. En segunda instancia, su propuesta mantiene relaciones de influencia con la obra de Vallejo, Eguren, Oquendo de Amat, Valdelomar, Arguedas, Ribeyro y Vargas llosa.
El pan con pan –con viento da alas prodigiosas// da arcoíricos espejismos
Estos dos versos proponen que cuando no hay con qué acompañar un pan para un pobre el solo hecho de saborearla permite pensar en situaciones mejores, donde se comió con la familia o se pudo acompañar con algo que la hace especial en alguna parte de nuestra infancia. Como el pan con jugo que comieron los muchachos de la generación de Robert Jara en Guadalupe pensando que era pan con pavo y solo era con el juguito del aliño para este sánguche. Todo esto generado a partir de la palabra pan, del neologismo arcoíricos y de la palabra espejismos; es decir, una metáfora conceptual preñada de sentimientos.
Jara trabaja con el tópico de la nostalgia cuando se está lejos de la querencia, del calor del hogar y de los suyos y lo expone así:
Ausencia es ausencia: ¡Al diablo si la pare un año luz o la pare un milímetro!
El tópico político también aparece en Airport en versos como:
Pero ya ves // ¡hay ruegos huérfanos de orejas!
Propuesta que denuncia cuando no se atienden a los dilemas sociales. Realidad que vive nuestra patria por tantos conflictos sociales que nos rodean.
El segundo factor, es las relaciones que aparecen implícitas en una obra con otras de algún período histórico. Jara pertenece a esa estirpe de poetas que, nacidos en épocas diferentes, buscan desesperadamente cimentar una nueva poesía social y literaria que enaltezca nuestra identidad nacional. Melgar, Manuel González, Clorinda Matto de Turner, Enrique López Albújar, Ciro Alegría y José María Gamaliel Churata, acompañado del Grupo Orkopata, asume una visión comprometida con la cosmovisión aimara y con el indigenismo como temática principal. Si del vanguardismo peruano se trata son muchas las personas que bajo esta corriente trataron de promover identidad cultural: César Vallejo, Carlos Oquendo de Amat, César Moro, Xavier Abri, Martín Adán, Alberto Guillén, Alberto Hidalgo, Juan Parra del Riego, Magda Portal, César Atahualpa Rodríguez.
Como el pan con jugo que comieron los muchachos de la generación de Robert Jara en Guadalupe pensando que era pan con pavo y solo era con el juguito del aliño para este sánguche.
Tocaré la influencia de la obra del cholo, en particular, en la poesía de Jara porque ésta es notoria, y porque lejos de ser un lastre para Jara, es más bien un estímulo en tanto retoma las metáforas conceptuales para construir una nueva poética. Jara nos dice:
80,000 mil respiros truncos en nombre del pan mal repartido
80,000 apagones jamás resarcidos
80,000 capullos y escalones // blancos // (como la bandera que les debo)
El aporte novedoso de la propuesta vanguardista de Jara es, creo, que la disposición visual del espacio no es solo para la vista; Jara la usa para darle una pausa o para agregar, como una voz en off, una acotación poética que ironiza, una sentencia lírica que refuerza los versos o nos da un pensamiento en voz alta; usada para intimar con el lector.
En otra estrofa propone:
En el paredón de los soñadores restalla
el huraño futuro
quiebra historias patea culos
oficia velorio de vivos
¡el futuro
no es más que la suma de ahoras postergados!
Un lector avisado notará que la disposición visual acota una sentencia y nos muestra que posee una emoción autentica a usanza del Shulca; pero también podemos reconocer la contundente sencillez de Oquendo de Amat; es decir una poesía que tiene una timbre humano, un sabor vital nacido del sustrato andino común a todos los peruanos de este momento social.
Eguren se hace presente con su simbolismo exótico cuando el poeta nos afirma:
Vinieron en mi auxilio
las adas milagrosas de los barrios populares
Adas sin “h” simbolizan a las mujeres pobres del pueblo que comparten hasta lo que no poseen con tal de continuar con la vieja práctica del valor ancestral de la solidaridad tan andina, tan peruana. O el título de una sección de Aiport, SOLEDALIA cuyo simbolismo es decididamente hermoso porque podemos unir los sustantivos SOL, EDAD, DALIA y a través de ellos la plurisignificación se abre como una flor en pleno apogeo.
La nostalgia imperecedera que se encuentra en casi todos los versos de Jara en Airport, son de neta influencia de Valdelomar hombre que claudicó de los paradigmas foráneos en pos de la expresión íntima, de la voz delineada bajo el principio de la naturalidad.
El último factor referido al momento histórico de nuestro proceso social peruano, en la poesía de Jara, específicamente en Airport, nos sumerge en un sistema neoliberal a ultranza, en un contexto latinoamericano muy similar por cuanto todos emigran en busca de un sueño que les permita nuevos horizontes para ellos y sus familiares. Algunos han de lograrlo, otros volverán tristes. Todos ellos convergen en un punto de la tierra llamado aeropuerto, Airport, en inglés. Todos ellos experimentarán: dolor por la partida, por la incertidumbre del mañana, por la ausencia de los familiares y amigos, por las costumbres dejadas en pos de un sueño incierto.
José María Arguedas propuso en El zorro de arriba y el zorro de abajo que si llegamos a tener una identidad cultural esta ha de producirse en Chimbote, porque observó que en ella convergían peruanos de todas las zonas y culturas, que pugnaban por salir a flote en ese puerto que brotó de la nada en medio de un arenal.
Considero que nuestro insigne narrador y sociólogo se equivocó por muy poca distancia en Trujillo se dan todos los presupuestos signados por Arguedas, más uno en especial que no tuvo Chimbote y que puede ser el factor dominante: El sustrato sociocultural. Tenemos al menos dos lenguas muertas que aún dominan nuestro dialecto, el culle y el Mochica. Considerando estas raíces ancestrales, tenemos gente que aún conservan sus costumbres en comidas, bebidas, música y artesanía. Somos una ciudad con un fuerte sustrato social y cultural propio. Jara nace en un pueblo de origen Moche al cual, cariñosamente, llama Tierra Milenaria; su poesía es genuina, sencilla, valiente, sincera, nutrida gracias a las metáforas conceptuales y a sus acotaciones líricas que la sustentan. Es un buen canto nostálgico y poético en búsqueda de nuestra identidad, ese es su derrotero, esa es su misión, si ha de lograrlo solo el tiempo nos lo dirá, por lo pronto esto es mi parecer: amén.