Escribe: Víctor López
La resaca dominguera que dejó el derby trujillano jugado el sábado por la noche entre Carlos A. Mannucci y Universidad César Vallejo puso en claro -por si alguien tenía dudas- que Mannucci es el club más grande de la ciudad, por su historia, por su hinchada. El domingo también nos despertó con la sensación de que aún había esperanza para que el equipo tricolor se salve del descenso, sin embargo, el empate rescatado por UTC en su visita a Sport Boys en el Callao en la tarde del domingo volvió a complicar la situación no solo de Mannucci sino también de Vallejo. A falta de una fecha para la finalización de la Liga1 2024, carlistas y poetas se aferran a un milagro para no irse al descenso.
Pero el espectáculo deportivo del sábado en el Estadio Mansiche se vio empañado por el proceder del organizador UCV, el que dejó mucho que desear, y con el que maltrató al aficionado trujillano en las puertas del escenario deportivo. El personal que Vallejo dispuso para que controle el ingreso a las tribunas le prohibió a los hinchas de Mannucci que entren con la camiseta de su equipo, esto amparándose en una resolución (la n°. 638-2024-DGIN-LAL-SPT) con el pretexto de salvaguardar la seguridad del evento. Una bajeza.
Pero en el colmo de la ridiculez -y según testimonios de aficionados que fueron registrados en videos- tampoco se permitió el ingreso de personas con prendas de color azul o rojo (colores de Carlos A. Mannucci); un atropello a la libertad que se evidenció en la tribuna de occidente y en la tribuna norte. En la tribuna de oriente, mientras tanto -y según más testimonios de hinchas- los encargados del ingreso de las puertas condicionaban a los asistentes a que se pongan una camiseta naranja para poder ingresar. Dichas camisetas luego fueron lanzadas a la parte baja de la tribuna a manera de protesta según videos difundidos el mismo sábado por la noche.
Aun con todas las dificultades que se le puso, la hinchada de Mannucci copó las graderías del Mansiche, aunque algunos se quedaron afuera del recinto deportivo con sus entradas en la mano. Vallejo quiso fingir que era local en las tribunas pero no pudo y al final le terminaron gritando los dos goles en la cara. Y para colmo, en la cancha, un pálido Vallejo fue superado sin atenuantes por un Mannucci con sangre y huevos. Un papelón por donde se le mire. Vallejo se terminó humillando solo.
En Sullana, Vallejo no solo tendrá como enemigo a la alta temperatura sino también a un viejo conocido que con todo gusto lo mandaría al descenso: Ángel David Comizzo.
Mannucci a la espera de un milagro
El equipo tricolor depende de tres resultados para salvar la categoría: 1) Ganarle a Alianza Atlético en el Estadio Mansiche por cualquier marcador, 2) Que UTC en condición de local en Cajabamba empate o pierda ante Sport Huancayo y 3) Que Universidad César Vallejo en su visita a Sullana empate o pierda ante Atlético Grau.
Esta hipotética triple combinación de resultados es realista, sin embargo, todo tendría que alinearse para que Mannucci se salve. El margen de error es cero, aunque la esperanza de su hinchada está a mil.
Vallejo casi desahuciado
Luego de la derrota que sufrió el sábado, el entrenador de Vallejo -quien debía estar acompañado de uno de sus jugadores- no asistió a la conferencia de prensa, tal como manda el protocolo. Nadie dio la cara a excepción de su presidente Richard Acuña, quien respondió rápidamente algunas preguntas de la prensa local en los exteriores del Estadio Mansiche.
Futbolística y anímicamente, el grupo humano de Vallejo parece estar devastado. Para la última fecha, Vallejo casi que depende de sí mismo, pero ahí está justamente su problema: tendría que ganarle a Grau en el horno de Sullana a más de treinta grados centígrados y esperar a que UTC no le gane a Sport Huancayo, o que le gane por la menor cantidad de goles. En Sullana, Vallejo no solo tendrá como enemigo a la alta temperatura sino también a un viejo conocido que con todo gusto lo mandaría al descenso: Ángel David Comizzo, ex entrenador de ellos y actual entrenador de Atlético Grau.