Escribe: Omar Aliaga
Empezó como un chisme en redes sociales el domingo, saltó como una noticia en los medios tradicionales y terminó con el despido del protagonista estelar de la historia.
Pero Francisco de Piérola, o Pancho -como él prefiere que lo llamen-, fue quien empezó todo. El hasta ese momento conductor del medio religioso Bethel se metió, por decisión propia, a la cuenta de Instagram de la modelo Javiera Arnillas, una mujer trans conocida por su prestancia, altura y celebrada belleza (o sea, todo un mujerón en opinión de muchos). Y no lo hizo precisamente para halagar sus dotes, sino para tirarle lo que para muchos era un ataque transfóbico:
«Eres un hombre, Javier. Acéptate como eres. No pasa nada. Saludos».
Esto ocurrió el sábado. No sabemos qué hacía el señor De Piérola metiéndose a comentar, de buenas a primeras, una publicación de una mujer trans a las que él repele o por lo menos no las acepta en su condición. Y, sobre todo, nadie entiende cómo se expuso así ante una mujer trans que no era una perfecta desconocida para él.
Y vino el tole tole. Javiera Arnillas le recordó en esa misma publicación de Instagram que eso no pensó hace poco tiempo atrás, cuando no solo le coqueteó sino que hasta le dio un beso, lo cual fue rápidamente negado por Pancho de Piérola:
«Hola, Javier. Hace por lo menos 5 años que no piso La Noche de Barranco o demás lugares cercanos. Lamento decepcionarte, pero no era yo. Saludos».
Mujer trans revela que chapó con el transfóbico @panch_pe en un conocido bar de Barranco. O sea, de día él le escribe por redes para decirle "que es hombre" y de noche chapa con ella. 🤔 pic.twitter.com/4jWVDZqie8
— Un Chasqui del Bicentenario (@unchasqui) July 6, 2025
Javiera, entonces, no solo le siguió respondiendo en IG, sino que además hizo un video en el cual contó más detalles del hecho, y que rápidamente se viralizó el domingo. Ardió troya en las redes, sobre todo en X, en primera instancia, y vino el silencio prolongado del conductor de TV anti LGTBIQ.
Y, mientras seguía la comidilla en redes y De Piérola se convertía en tendencia, saltó la fotografía en la que se le ve al muchachón esmerado, ansioso, afanoso, una cabeza menos de estatura ante la imponente Javiera, en una noche de aquellas, difícilmente olvidable en La Noche de Barranco. Un testigo del hecho inmortalizó la imagen.

El martes, radio Bethel comunicó que había decidido por «mutuo acuerdo» terminar el vínculo laboral con Francisco de Piérola. Horas más tarde, el mismo De Piérola confirmó ello, aunque dejó entrever que no se fue por su voluntad. La ironía había saltado: el comunicador que suele tener actitudes discriminatorias contra las personas trans, terminó siendo discriminado por haberse besado con una persona trans.
De Piérola se pronunció, finalmente, luego de tres días de silencio, sobre el incidente que se convirtió en trend. Lo hizo a través de un video en el que aceptó que pudo haber ocurrido el beso, pero que fue víctima de un «engaño» de parte de Javiera, y que estaba ebrio, y por tanto no recuerda los detalles. Por supuesto, también denunció una conspiración «caviar», como si la borrachera y la «confusión» -si eso hubiese sido el caso- no hubiera sido absoluta responsabilidad suya.
Pancho acepta que todo el roche lo ha golpeado, pero que seguirá adelante porque tiene salud y su familia al lado. Nos parece bien. Pero lo ocurrido quizás sirva para hacerlo reflexionar sobre el asunto trans, la homofobia y esta realidad compleja que a veces ciertos conservadores quieren simplificar en un blanco/negro.
Aclaraciones necesarias sobre los últimos acontecimientos. pic.twitter.com/VMVbH09pBK
— Francisco de Pierola (@panch_pe) July 9, 2025
A De Piérola, por estas horas, le han dicho desde «minero» hasta «gay de clóset». Habría que ver. La misma Javiera Arnillas y otras personas de la comunidad LGTBIQ, han explicado que un varón heterosexual puede alguna vez sentirse atraído por una mujer trans y eso no lo convierte necesariamente en homosexual. Y esto porque, sostienen ellos, lo que ven es una mujer: es lo que su pulsión sexual les dice.
Vistas así las cosas, Pancho de Piérola no debería sentirse mal. Si coqueteó, besó y hasta acosó a Javiera -como sostienen algunos testigos- en aquella noche candente barranquina es porque en realidad no la ve (la vio) como Javier, sino como Javiera.
Quizás, como muchos, Pancho se muestra muy conservador y homófobo en las redes sociales, pero en persona otro es el cantar. Fuera de las redes y del papel que quiere representar, es capaz de disfrutar en un local al que acuden los «caviares» y los «progres» limeños, y gozar del amor libre.
Por ahora, vamos a llamarle a esto el «síndrome Pancho».





