Escribe: Jorge Tume
El 6 de noviembre del 2024, el alcalde Mario Reyna, vía trasmisión en vivo por redes sociales, mostró los planos digitales de lo que sería la nueva Biblioteca Municipal de Trujillo.
Días después, el 14 de noviembre, la fanpage municipal celebraba el Día de la Biblioteca Peruana y se lanzaba con un cherry: “Gracias a la gestión del alcalde Mario Reyna, Trujillo contará con una moderna Biblioteca Municipal, un espacio inclusivo con tres niveles, rampas, elevador, sala de conferencias y más”.
Entusiasmado, el alcalde dijo ese 6 de noviembre que en 15 días estaban listos los diseños en 3D para que los trujillanos vean cómo iba a quedar su nueva biblioteca. Y fue más allá: “Dios quiera que esté para enero o febrero el inicio de ejecución”, dijo. Estamos a más de la mitad del 2025 y ni lo uno ni lo otro existen.
Las voces de denuncia ante el abandono de la Biblioteca por parte de la Municipalidad Provincial han sido muchas, pero ha tenido que (curiosamente) protestar un congresista para que el tema vuelva a la palestra.

Libros al agua
Los nostálgicos trujillanos aun recuerdan cuando iban a la Biblioteca Municipal a leer, consultar libros o estudiar, aprovechando la tranquilidad del ambiente. Esta se ubicaba en la avenida España, a un costado de la Compañía de Bomberos y a poca distancia de la Universidad Nacional de Trujillo.
Pero el paso de los años y la falta de mantenimiento hicieron su trabajo. La infraestructura del vetusto local sufrió severos daños y Defensa Civil la consideró como Inhabitable y de Alto Riesgo. Hoy, a pesar de ubicarse en el centro histórico, está convertido en un basural.
Ante esta situación, el año 2019 la comuna optó por trasladar los valiosos libros, revistas, periódicos y otros materiales, al segundo piso del edificio de la Piscina Gildemeister. Es decir, al lugar más letal para una biblioteca. La humedad se ha vuelto a ensañar con los libros, como si de una eterna maldición se tratara. Y, aparte de eso, el lugar es inadecuado por el persistente ruido de los deportistas, por el tráfico vehicular y porque la zona es un tanto peligrosa.
Es lamentable que ninguna autoridad o funcionario municipal haya puesto el grito en el cielo ante este atentado previsible. Paolo Cueva, gerente de cultura, ni se inmuta. ¿Desconocimiento o desprecio por la cultura?

Congresistas en su salsa
El pasado 2 de julio, el congresista Kike Alva, no sabemos si realmente preocupado por la lectura, o por un afán de figuración, usó el Facebook para protestar por el calamitoso estado del local de la Biblioteca.
“El lunes 1 de julio recorrí la Av. España y visité la Biblioteca Municipal de Trujillo, un lugar donde antes muchos jóvenes estudiábamos. Hoy, con tristeza, comprobé que está totalmente abandonada. Un espacio que antes era símbolo de aprendizaje y cultura, ahora refleja el olvido de la Municipalidad Provincial”, escribió Alva.
Luego hizo un llamado “urgente” al alcalde provincial para recuperar este espacio. “Me comprometo a gestionar una reunión con la Dirección Nacional de Bibliotecas del Perú, pero se necesita voluntad política local”, escribió, para luego indicar que la educación y la cultura deben ser prioridad en una ciudad que se hace llamar “Ciudad de la Cultura”.
Cinco días después, a la congresista Magaly Ruiz también se le despertó su amor por la cultura y la lectura. “He solicitado al alcalde provincial de Trujillo, Mario Reyna, información urgente sobre el abandono de la biblioteca municipal, un espacio clave para la educación, la lectura y la participación ciudadana”, escribió en la misma red social.
La congresista Ruiz se pregunta si hay algún proyecto para su recuperación. Al parecer, ni ella ni el congresista Alva se han enterado del proyecto que avanza a la velocidad de una tortuga. Primero debieron pedir informes y luego protestar.

Proyecto debe ser priorizado
Parece surrealista, pero la tan mentada “Capital de la Cultura” no tiene biblioteca. Como tampoco tiene proyectos de animación a la lectura de parte de la municipalidad. Ya ni hablemos del Fondo Editorial o del atentado que hace poco perpetraran contra la Feria Internacional del Libro de La Libertad.
Sin embargo, hay una luz al final del túnel. Una luz débil, lenta, pero luz al fin.
Ante el reclamo de los congresistas arriba mencionados, el Gerente del Plandet, Anthony Carhuayo, anunció que en diciembre debe licitarse la obra de la nueva biblioteca municipal, la misma que asciende a S/ 15 millones de presupuesto (no 3 millones como se hablaba en un inicio).

Carhuayo ha informado a los medios que el proyecto cuenta con el expediente N° 24617 de este año y se encuentra en fase de anteproyecto en consulta. “Estamos sometiéndonos a la calificación por parte del Colegio de Arquitectos, de la Dirección Desconcentrada de Cultura, para obtener así la aprobación de este proyecto y pueda seguir todas sus fases”, dijo el gerente del Plandet y luego arremetió contra el congresista Kike Alva por desconocer esta información.
La nueva biblioteca se construirá en el mismo lugar donde funcionaba la antigua. Su proyecto contempla un semisótano y cuatro pisos donde funcionará un estacionamiento de 12 vehículos, sala de lectura, biblioteca virtual, auditorio, entre otros espacios.
Se espera que el proyecto se priorice y no siga durmiendo el sueño de los justos. Trujillo, histórica ciudad donde transitaron César Vallejo, Ciro Alegría, Antenor Orrego y tantas eminencias de las letras y la cultura, no se merece esta afrenta.





